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HERNÁN CASCIARI: Del fogón al e-book

Articulista, bloguero, escritor, creador y editor de la revista Orsai, Hernán Casciari (Mercedes 1971) ha revolucionado el mundo digital con sus propuestas editoriales. Cansado de los devaneos constantes de los empresarios de los grandes medios de comunicación que priorizaban la entrada de dinero sobre el texto, Casciari inició el blog Orsai donde colgaba sus artículos sin restricciones. Sus seguidores continuaron en la brecha y lo acompañaron en su nueva etapa y vivieron con entusiasmo la
reconversión del blog en una revista sin publicidad y sin intermediarios. La publicación se inició como un experimento entre amigos por un tiempo y pronto alcanzó y superó las expectativas marcadas por sus creadores. Y ahí siguen…

Una entrevista de
David Martínez Llamas

Ya hace tres años del inicio de la revista Orsai. ¿Cuál es tu valoración del proyecto hasta ahora?
HERNAN CASCIARI: Hasta ahora lo que voy notando, cada vez con más certeza, es que para nosotros empezó siendo como una aventura y se ha convertido en una universidad increíblemente veloz sobre edición y sobre cómo armar un proyecto editorial en estos tiempos. Cuando empezamos pensábamos hacer cuatro números en un año y terminar, pero pasaron dos cosas en medio que nos hicieron seguir: Nos divertíamos mucho con el proyecto y encontramos que había muchos más lectores interesados de lo que sospechábamos. Y después del primer año, aquella diversión pasó al terreno de un aprendizaje muy fuerte por las colaboraciones de gente que saben muchísimo más que nosotros de hacer esto y gracias a ellos, de a poquito también aprendimos a hacerlo un poco mejor. Mi sensación, y para resumir la pregunta,  es la de haber entrado a una universidad personalizada donde estamos constantemente aprendiendo.

El proyecto se inició con un grupo de amigos ¿El trabajar tanto tiempo juntos os ha unido o distanciado?
HERNAN CASCIARI: Nosotros intentamos casi con tanta fuerza como la de hacer un producto digno el poder  divertirnos en cada número y que no nos resulte estresante. Me da la impresión que el estrés, en un proyecto editorial, tiene que ver con el hecho que haya dinero en medio. Eso pasaba en el siglo XX en las editoriales, los programas de radio, o donde fuera, con la publicidad. Necesitabas el 70% del tiempo dedicado a que no se cayera para poder sostener el proyecto. 
El estrés pasa por ahí. Una vez te sacás de encima eso, ser un medio sin ningún tipo de publicidad o subsidio de la Fundación Cultural  Banco Nosequé o de un Gobierno, municipio,…Cuando sacas a toda esa gente externa que va decidir por vos si podés seguir o no haciendo algo, lo único que queda es diversión.
Nosotros pensábamos exclusivamente en cosas divertidas y ni se intensificó la amistad ni se distanció. Seguimos haciendo sobremesa igual que cuando teníamos 15 años, sólo que ahora las plasmamos en una revista, pero no cambió nada.

Y para quienes no lo conozcan aún, ¿Cómo definirías Orsai?
HERNAN CASCIARI: Orsai en realidad es un blog (2004), y allí hay una frase que dice "Lo que empezó siendo un blog puede convertirse en cualquier cosa”. De los textos que yo escribí en el blog edité dos novelas y tres libros de cuentos, después lo convertimos en una revista de literatura, después en una pizzería que pasó a ser un bar y hace dos semanas inauguramos una universidad que se llama Orsai también, es una comunidad de lectores… pero para mí, en realidad, es un grupo de personas que se juntaban alrededor de un fuego a escuchar historias. Y creo que la tecnología, todos los avances de estos últimos 10 años, impulsaron que ese grupo de gente pudiera tener la fuerza suficiente para convertir la cosa más antigua del mundo, que es un tipo contando una historia delante de un fuego, en algo muy poderoso. Creo que sin gente no se puede hacer nada de todo esto y me parece que lo más significativo es que Orsai sea una comunidad de lectores que hablan la misma lengua.

Con esto se rompe el mito editorial que sólo con dinero se pueden hacer proyectos de calidad.
HERNAN CASCIARI: Necesitamos el dinero, incluso un poco más que las revistas que salen en los kioscos. Como no tenemos ni publicidad ni distribución, la revista es bastante más cara. Que se yo…una revista con publicidad te sale por 4 euros y nosotros tenemos que venderla a 12. Necesitamos dinero, la diferencia está en matar los intermediarios no en el fluir económico de la revista. Por ejemplo no utilizar al Corte Inglés, o al FNAC o a los kioscos de diarios y revistas que se llevan el 40% del precio de venta, no utilizar la distribución mafiosa o no utilizar las herramientas del subsidio de la publicidad que hacen que el medio no sea tuyo. Sacando todo eso, por un lado se hace un trabajo mucho más divertido y relajado y por el otro lado, tienes una responsabilidad mayor pero con el lector no con Coca-cola o Telefónica. Si el lector se fuera, el medio no haría falta, así que nuestra responsabilidad es intentar que el medio haga falta, generar una emergencia. Nosotros apostamos por los textos larguísimos, por una calidad gráfica que también es muy costosa y todo eso hace que  necesitemos por lo menos 6.000 lectores y sólo imprimimos 6.000 ejemplares ya que eso nos alcanza para pagar todos los sueldos. No hay más que eso, un feedback:  la gente nos da un cheque en blanco y nosotros le devolvemos la filtración de nuestro gusto literario, historietas y todo eso.


¿Fue importante la respuesta de los fans del blog?
HERNAN CASCIARI: Claro, la gente que empezó a comprar la revista cuando todavía no existía, cuando nadie sabía qué iba a haber dentro o qué diseño iba a tener,  esa gente confió porque durante los seis o siete años anteriores generaron esa comunidad leyendo los cuentos que yo publicaba gratuitamente en el blog. Hay una confianza que tiene ver con un ida y vuelta que mantuvimos y seguimos manteniendo desde hace mucho tiempo. A mí me parece que los procesos de los cambios editoriales que se están dando hoy día tiene que ver con generar primero una comunidad de lectores y después sentarlos a todos y proponerles un objeto fetiche. Ya que ahora mismo no nos hace falta una revista en papel.

Es que a muchos nos gustan esos objetos…
HERNAN CASCIARI: Claro, porque nosotros somos esta generación intermedia que tenemos al mismo tiempo un pie en la nostalgia y otro en el futuro. 

¿Tú crees que hace falta que llegue la generación cien por cien digital para que haya un verdadero cambio en el sector editorial?
HERNAN CASCIARI: Me parece que pasa algo similar en todas las generaciones. Por ejemplo: a veces veo a gente viejita que todavía usa sombrero y puede ser que nosotros en un futuro seamos esos viejitos que aún lean en papel. Nuestros hijos, nuestros nietos no pensarán eso de nosotros. El sombrero se murió como cuestión social e imagino que al papel le pasará lo mismo. Intuyo que el nativo digital, el de la generación de mi hija que ahora tiene 9 años, verán en un futuro, con mucho cariño pero sin emoción, cosas que a nosotros nos conmueven bastante, como puede ser el olor a la tinta o al papel viejo. Posiblemente no les pase pero quizás cuando sean grandes verán al Ipad de la misma manera que los viejitos de ahora usan sombrero. Son todo ciclos, no tiene mayor importancia. Lo importante es que en ningún momento se pierda esa capacidad prehistórica de que haya personas explicando historias alrededor de un fuego y muchas otros escuchándolos, después el cómo… es una cosa que va dando vueltas.

Tu que has trabajado mucho tiempo en papel, tanto en Argentina como aquí ¿Crees que este soporte y el sistema que lo sustenta se ha estancado?
HERNAN CASCIARI: Es lo mismo que pasa cuando salís a la calle y te encontrás con un montón de gente con la que no podrías conversar de nada, porque están viviendo en un mundo totalmente distinto. Qué sé yo, por ponerte un caso normal: ya hace muchos años que en casa no usamos la antena del televisor y a veces recibimos gente, por razones X, y te empiezan a contar con nombre y apellido las vidas de personas que supuestamente son famosas en toda España, pero nosotros no sabemos quiénes son porque la tele que miramos es otra.
Después salís a la calle y el porcentaje de esas personas es mucho mayor que el de la gente con las que podés compartir algo, entonces aunque haya un grupo muy grande de personas que estamos conversando entre nosotros y consumamos determinados medios o formas de ver la cultura o el periodismo, muchas veces nos convertimos en unos guetos. Sospechamos que todo está cambiando cuando en realidad el 90% de la gente está mirando “Salsa Rosa” o como se llame el programa de moda actual. El cambio es y va a ser lento. 
Me parece que hay que hablar mucho con los chicos, hay que tratar que cualquier persona menor de diez años que te cruces esté funcionando por el buen camino. Habría que hablar mucho con los profesores y maestros… creo que es un trabajo baldosa que hemos de hacer cada uno en nuestra pequeña comunidad y desentendernos un poco de la frustración que supone saber que somos un porcentaje pequeño.


Has hablado del blog, el bar, la revista y ahora la universidad. ¿Tenéis pensado vuestro siguiente movimiento?
HERNAN CASCIARI: No solemos pensar mucho en pasos. Hasta ahora hemos venido reaccionando a impulsos. A veces se nos ocurren cosas que trascienden y otras veces se quedan en el camino. No tenemos una estructura, ni siquiera mental, no tenemos suficientes neuronas como para programar. Estamos haciendo las cosas porque las sentimos así en este momento, las intentamos, las probamos. Tampoco nos importa mucho cuando no funcionan, aunque hasta ahora han ido funcionando las que más nos gustan. No hay planteo empresarial, quiero decir, hay ese impulso de trasnoche conversada. Si en una sobremesa de trasnoche nos empiponamos con algo lo tiramos para adelante, pero no pensamos más allá de 20 minutos a futuro.

Dicen que las mejores ideas salen de las charlas alrededor de un vino, o de un mate...
HERNAN CASCIARI: O de un porro (risas). Se te abre un poco más el camino, vas de un lado al otro, te mandás cagadas gigantescas que terminan siendo buenas anécdotas, entonces tampoco importa mucho.

Combinas tu vida entre Argentina y Catalunya ¿Estar en una tierra de nadie aporta una visión más amplia de las cosas?
HERNAN CASCIARI: Creo que me aportó muchísimo al principio, los primeros diez años fueron muy enriquecedores para mí porque me sorprendía todo. Estar en otro lugar, me sorprendía mi propia tierra vista desde lejos… pero después de la primera década, yo no sé si porque ha pasado el tiempo o porque me estoy volviendo viejo, pero ahora me sorprendo menos y empiezo a notar las semejanzas, las tristes quiero decir, las cosas en las que nos parecemos. Como tener ese 90% de gente que habla de otra cosa. Tanto acá como allá, como en todas partes imagino.
En este momento me resulta más problemático que enriquecedor esta cuestión de estar con un pie en cada lado. Demasiados aviones, me aburre mucho viajar y sé que tengo que hacerlo, cada pocos meses estoy volviendo a Buenos Aires. No tengo un lugar allá donde pueda sentirme tan cómodo como acá, sin embargo allá me resulta más divertido que acá. 

Ha ido evolucionando.
HERNAN CASCIARI: Yo creo que tiene que ver muy puntualmente con que cuando a mi me resultaba enriquecedor tenía 30 años y ahora tengo 42. A los 30 años hay como más frescura y ahora estoy más cansado de mi mismo.

Cambiando el tema: ¿Eres de los que opinan que aparte del Papa, Dios ya está en la Tierra y es argentino?
HERNAN CASCIARI: No, yo soy muy cínico respecto al chovinismo argentino, catalán… al chovinismo en general. Posiblemente en mis primeros años acá en España, mi nostalgia me hizo ser muy chovinista y muy generador de utopías respecto a la propia tierra. Ahora lo miro con algo más de desdén, pero me sorprendió que el Papa fuera latinoamericano. Porque estás acostumbrado a un sistema eclesiástico de pocos cambios a través de los siglos y entonces cuando hay un Papa que es jesuita, latinoamericano, argentino y que toma mate… a mi me sorprende un Papa que toma mate o sea de San Lorenzo, me sorprende la frivolidad. Pero por encima de todo eso hay unos cambios en la Iglesia que están ocurriendo y que me imagino que están bien. Sobre todo que haya un primer Papa jesuita me parece mucho más importante que  tome mate o sea de San Lorenzo.

Aunque haya un 90% que se fije más en eso…
HERNAN CASCIARI: Sí, eso también muestra el cansancio de no poder hablar con todo el mundo y tener que elegir con quién hablar.

Es sorprendente que sea jesuita, ya que en el pasado estuvieron muy perseguidos. 
HERNAN CASCIARI: Claro y por lo pronto lo que sí es seguro es que el mensaje de la Iglesia, al poner un jesuita en la cima de su jerarquía, es el del cambio. Ahora, como irá evolucionando eso, habrá que verlo. Pero, me parece que los primeros pasos que dio el Papa tienden a eso. No son más que gestos todavía, pero tienden a eso. 


El primer gesto hacia los argentinos fue el acercamiento a la Presidenta en un intento de limar diferencias…
HERNAN CASCIARI: Sí, pero en verdad eso me parece menor, quiero decir que me da la impresión que cuando Juan Pablo II asumió su papado, allá en Polonia pasaron cosas que solo se enteraron los polacos y ahora parece que como manejamos el mismo idioma han trascendido un poquito lo que pasa entre Argentina y el Papa, pero no me parece que esto sea internacionalmente relevante. 

¿Y cómo ves la situación en Argentina? ¿Es cierto el cambio que se está dando?
HERNAN CASCIARI: Sí, pero ese cambio está generando el caos esperado. Es decir, en Argentina hay una polarización absoluta, pero no es política, es absolutamente social; unos egoísmos enquistados luchando contra un intento de que las cosas sean diferentes pero no desde la política, si no desde la gente. La gente está muy enojada, la gente no se habla, parientes que dejaron de llamarse por teléfono. Una cosa que hacía mucho tiempo que no pasaba y la razón de todo eso es que todo el mundo se politizó y politizarse significa decir en voz alta lo que uno piensa.
Tengo un par de amigos españoles que se han ido para allá y te dicen: "Está todo más vivo, se pueden hacer cosas, pero no lo puedo soportar". Es normal para alguien que no está acostumbrado al caos cotidiano. Yo llego a Buenos Aires y respiro, a mí me encanta el caos, conozco a mi gente, sé cómo son, me divierto,…pero mi mujer (catalana) cuando va para allá abre los ojos y dice "No lo puedo creer"...

Además de todo el trabajo con la revista y la universidad... ¿Estás preparando un nuevo libro?
HERNAN CASCIARI: En realidad no he dejado de escribir, lo que no he hecho es literatura. Para hacer literatura necesito un despeje mental que desde hace tres años (con la revista) es imposible de tener. Me encantaría volver en cualquier momento pero cuando escribo un cuento me tiro tres o cuatro días tirado panza arriba pensando en ese cuento, pero pensando de una forma muy lúdica, o sea divirtiéndome de ese no hacer nada. Y es complicadísimo cuando estás dirigiendo un medio el tener tres días para estar tirado en el sofá. Entonces he dejado de escribir literatura voluntariamente, a sabiendas y no tengo la menor idea de cuándo va dejar de interesarme tanto hacer lo que estoy haciendo para volver a hacer lo otro, ahí está el asunto, que me gusta todo: esto, lo otro y aquello…voy como picoteando.
Creo que tres años de revista está bien, me encantaría el año próximo ponerme personalista, más individualista y hacer una novela o un libro de cuentos. Aunque no tengo idea si la propia vorágine de mis ansiedades me va a permitir hacer eso.

¿Qué les dirías a los escritores y editores que quieren entrar en el mundillo editorial en estos tiempos de crisis?
HERNAN CASCIARI: Hay una sensación de crisis en el mundo tradicional y otra de puertas abiertas en el mundo que nos manejamos nosotros. Yo solamente puedo entender la crisis si quieres hacer lo de siempre, es el único lugar donde la puedo comprender. No lo comparto en absoluto, pero si hoy alguien quiere hacer otra revista femenina para los kioscos, va a tener problemas porque ya hay otras 18 y son todas horribles… entonces te dicen que hay crisis. Puede haber crisis para Luis Miguel, que vende menos discos pero para las bandas que están tocando hoy en día y saben cómo hacerlo, hay más posibilidades. Un pibe de 20 años que hoy en día está estudiando periodismo o letras y no tiene una cotidianidad con Internet lo va a pasar mal, aunque sea un excelente escritor o periodista, o tenga todas las inquietudes del mundo. Si no se sabe mover en los nuevos espacios, que son enormes, y riesgosos y muchas veces falsos… si no sabes buscar bien en Google la respuesta nunca será la correcta. Este es el asunto.
Tengo una hija de 9 años y me interesa más saber cómo busca en Google que lo que busca o sus evaluaciones escolares. Me interesa si sabe buscar bien y conoce las coordenadas de este siglo. De hecho las conoce mucho mejor que yo.
El resto tiene que ver con el talento, con la búsqueda, la curiosidad, con cosas que no le puedes enseñar a nadie. Hay algunos que serán más o menos buenos en lo que eligieron, otros serán excelentísimos y eso no tiene nada más que ver con el entorno, con el contexto. A nuestra hija tratamos de darle todas las herramientas necesarias para que haga lo que se le antoje, incluso por si termina eligiendo hacer algo en lo que sea mediocre.
Entonces no creo que haya que asustarse, sólo hay que esperar. Esperar a que ese 90% de lo más frívolo y abyecto… se vaya muriendo y que de a poquito los que ahora tienen 6, 7 u 8 años, con chicos que vienen de 14 países donde no van a tener ni de casualidad la escoria de la discriminación de cuando éramos chicos. Mi hija va con un ruso, con un chino… y todos son iguales, y no hay que  explicarles que son iguales si no que lo entendieron porque viven en un lugar mucho más cosmopolita. Hay que tener la esperanza de que eso, junto a la tecnología, junto a una nueva generación solidaria, que subtitule, que haga cosas lindas… en definitiva que haya menos abogados que ahora, menos árbitros de fútbol y más jugadores que antes. Que la gente en vez de estudiar lo que conviene, estudie lo que le salga del corazón, que es justamente lo contrario a lo que dijo el ministro Wert.

Así desaparecerían las carreras de artes, letras…
HERNAN CASCIARI: Claro y de esta forma se duplicarían los ministros Werts y la gente que es como él, ese tipo calvo con corbatita, esa cosa asquerosa.
Cuando esta gente se vaya muriendo y vayan dejando espacios de poder, que los banqueros ya no sean los dueños de la prensa y que haya un buen periodista que llegue a ser director general de un medio otra vez. Todo con naturalidad, sin hacer esfuerzos. Creo que por primera vez en la historia de la Humanidad, el porcentaje de buenos (aunque aún sigan siendo minoría) está creciendo. Y el de malos (aunque sigan siendo mayoría) está bajando. Por primera vez hay una cierta esperanza, me parece que Internet se le escapó a la derecha. Creo que si en 1980 los que mandaban hubieran tenido una bola de cristal y hubieran visto en lo que se iba a convertir Internet, habrían cortado el cable, como hicieron con todo. Se les escapó y hay que usar esta herramienta de la forma que sea. 

Algunos lo intentan aún.
HERNAN CASCIARI: Pero ya no puede ser, se les escapó y no hay vuelta atrás.

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