Ir al contenido principal

ROSALÍA. El muy buen querer



Escribe Marcelo Espiñeira.
Ilustración: Gambetta @abstractsaturdaynight

Rosalía Vila Tobella sorprendió a propios y extraños con su excelente disco debut de 2017. Producido por Refree, el mismo que produjo también a Silvia Pérez Cruz entre otros, Los ángeles  fue un soplo de aire fresco en la escena flamenca.

Al tiempo que sus potentes directos iban ganando audiencia y notoriedad, Rosalía tramaba en bambalinas su nuevo paso discográfico. Como una hormiguilla del sonido, trabajaba sin cesar en su nueva sociedad con El Guincho



La joven músico de Sant Esteve Sesrovires deseaba incursionar bastante más allá de los límites de la música gitana, en un arriesgado cruce de caminos con el trap, el neosoul y el r&b que suelen oir sus contemporáneos. Un experimento que si bien tenía ya sus pioneros en España, Rosalía quería llevar hasta el extremo.



Antecedentes como Ojos de Brujo, Las Niñas, La Mala Rodriguez, Chambao, La Shica, o La Excepción, por citar a los más célebres, habían hibridado la raíz flamenca y coplera con los ritmos afroamericanos previamente. Los últimos diez años fueron salpicados por grabaciones que iban en esta dirección, sin encontrar jamás una repercusión notable en el mainstream americano. 







Precisamente, aquí podría radicar la insólita diferencia con el que todos preanuncian como el fenómeno Rosalía. Respaldada personalmente por el CEO de Sony, quien la conociera casualmente en Madrid para quedar prendado de su empuje y potencial como nueva estrella pop, Rosalía ha arado el terreno para que este 2 de noviembre su El mal querer no pasara desapercibido.


Los más de 35 millones de escuchas que acumulaba su track inicial en Spotify confirma que nada ha sido en vano. Videos bien producidos para apoyar el lanzamiento y un contacto masivo con los medios completan una operación publicitaria bien orquestada.

Ahora bien, qué tiene para ofrecernos El mal querer? En principio diremos que es una obra muy cuidada, conceptual sobre una historia de profundo desamor. Concisa, dura solo media hora repartida en once capítulos. Musicalmente apuesta por la sencillez extrema, palmas como beats, su voz filtrada por múltiples efectos, multiplicada por coros bien arreglados sobre ritmos de trap, neosoul, r&b, funk, y por supuesto flamenco. Se podría decir que es un disco electrónico, excepto por los bellos arreglos de cuerdas de Reniego.



El toque de guitarra únicamente es utilizado en pequeños retazos de introducciones sampleadas. El cambio es radical respecto a Los ángeles, un giro absoluto. Es indudable que El mal querer funciona como un bloque, aunque Malamente tenga ese aura especial de hit irresistible. Otro tanto podríamos decir de Pienso en tu mirá, o Dí mi nombre, justamente los tres cortes adelantados en las semanas previas a la edición oficial. 



En estas tres canciones, la artista encuentra la fórmula del éxito en beats sencillos y elegantes, su voz danzando sobre estas bases y un espíritu flamenquillo que lo impregna todo. Sobre esta plataforma radiante, el resto del material se afianza sobre cimientos menos populares o que seguramente podrían resultar inaceptables para la radiofórmula. En este punto aplaudimos a Rosalía, porque no ha construído un grandes éxitos, sino una obra conceptual, escrita con el corazón y un espíritu experimental envidiable.

Comentarios

Entradas populares de este blog

EDUARDO CHAPERO JACKSON . A contraluz

Una entrevista de Ana Díaz. Eduardo Chapero-Jackson , cineasta madrileño y guionista de los tres cortos más premiados del cine europeo, acaba de presentar “A contraluz” , una trilogía que reúne sus laureadas creaciones “Contracuerpo”, “Alumbramiento” y “The End”. Tres en uno, tres historias, tres cortometrajes que exploran la naturaleza humana, tres emocionantes relatos sobre personas que se enfrentan a situaciones límite en sus vidas. Aprovechamos este inminente estreno en las salas comerciales, para entrevistar al creador. Por qué has elegido el lenguaje de los cortos? El cortometraje es un formato precioso, proporciona una libertad y una creatividad que a veces es difícil de encontrar en el largo. Igual que la novela y el cuento en la literatura, el largo y el corto en el cine enriquecen cada uno a su manera el medio. Lo que también está claro es que abordar un largometraje sin experiencia previa, en mi opinión es una osadía. Hacer cine es muy complicado y difícil, más vale

CARCEL O INFIERNO. Los lúgubres penales venezolanos.

Escribe Lilian Rosales de Canals. Los ritmos se hacen cómplices junto a la jerga carcelaria de negociaciones, emboscadas y venganzas. Códigos de honor rotundamente desconocidos reinan entre  pasiones humanas, el ser humano se abandona a las inclinaciones de su vida afectiva. Todo esto y un poco más queda expuesto en el minucioso trabajo de animación de Luidig Ochoa , un joven ilustrador venezolano que tras las rejas experimentó la intensidad de las cárceles de aquel país y cuyo innato talento para el dibujo le ha bastado para armar la serie de animación Cárcel o Infierno que dispone de 11 capítulos en YouTube . Su apego a la realidad aunado a la excelente estética que consigue, le ha valido para sumar más de un millón de visitas. Su usuario en Twitter @luidigalfo cuenta con más de 36.500 seguidores. Pero la intención de Ochoa , lejos de hacer apología del delito, es la de mostrar lo extremo de aquella bizarra experiencia tanto para los presos como para sus familiares, mientras

MAFIA EN CATALUNYA. Se consolida la Camorra italiana en el país

El profesor de Historia Contemporánea de la Universidad de Palermo,   Giuseppe Carlo Marino , se refirió en su libro “Historia de la Mafia” (2002) a esta organización delictiva como “un poder en las sombras" , no sin razón, y citó las palabras de un párroco del lugar: "El siciliano siempre ha sentido al Estado como un extraño que no interviene para hacer justicia contra la afrenta recibida" . Este testimonio explica cómo se convierte il capo en la persona capaz de hacer justicia rápida y efectiva, bajo la premisa de que la familia es sagrada y el único lugar seguro. Este precepto ha favorecido una moral de la resignación, la obediencia y la complicidad. Y una única ley basada en el silencio: la omertà.