Escribe Marcelo Espiñeira. Los últimos datos estadísticos sitúan a amplios sectores de la población del sur europeo en un estado de alarmante indefensión frente a los efectos del durísimo plan de ajuste orquestado por la Troika en 2009. Más de un lustro de retrocesos sociales se acumulan en los países más endeudados, entre los que figura España, Italia, Irlanda, Portugal, Chipre, y por supuesto que Grecia. Estamos unidos en la desgracia por un cóctel que integran la moneda única, la corrupción político-empresarial y la ausencia de un marco regulatorio acorde con las reales necesidades del otrora selecto club de naciones. Al despilfarro y la falta de previsión se le han agregado la indiferencia y la avaricia para empujarnos hasta este desolador paraíso de las