Escribe Marcelo Espiñeira. Los ingleses también se han entregado al glamour televisivo que pueden ofrecernos las sangrientas historias de las organizaciones mafiosas. La recientemente estrenada cuarta temporada de la exitosa serie Peaky Blinders , así lo manifiesta. Inspirada en la leyenda de una familia criminal que azotara las calles de Birmingham en el período de entreguerras, esta serie producida por la BBC , y exhibida también por Netflix , esparce su particular hechizo a través de rudos protagonistas, el sepia intenso en las ambientaciones de la barriada obrera, los romances apasionados y una violencia descarnada. En este cóctel, no tan distinto a anteriores producciones dedicadas a mostrar los entresijos del crimen organizado, destaca la numerosa e importante presencia femenina en la trama que sostiene la obra. En esta dirección, el personaje de Polly Gray -brillantemente interpretado por la actriz británica Helen McCrory - se convierte en el eje permanente que acaba por