Una crítica de Lilian Rosales de Canals. Cuando Leonardo da Vinci presentó alrededor del año 1495 ante Ludovico Sforza su humanoide autómata, seguramente imaginaba lo que la mente humana sería capaz de crear de cara al futuro, cosa que el resto siempre puso en tela de juicio. Hoy los robots han sustituido a los seres humanos en infinidad de tareas y aunque aún nos parezca terreno para la ciencia ficción, se encuentran entre nosotros cada vez más presentes, condicionando actividades y formas de vida. El cine ha sabido explotar este filón en más de medio centenar de producciones.