Escribe Marcelo Espiñeira. Un rasgo predominante surgido de la aplicación de las políticas de austeridad en España es el desmesurado incremento de la deuda pública. La misma ha alcanzado el billón de euros y ha superado la media europea en cuanto a su relación con el PIB, cuando se sitúa por encima del 100%. Para saldarla íntegramente, ahora mismo necesitaríamos invertir en su pago la producción total de las riquezas generadas durante un año, sin desviar un solo céntimo en cualquier otro rubro. Esta relación preocupa porque los acreedores pronto podrían dejar de creer en la capacidad pagadora del país y ahogar financieramente nuestro sistema. Algún político holandés de corte xenófobo anda proponiendo estas soluciones, en pleno año electoral.