La derrota ante Croacia sumió al entorno de la selección argentina en un remolino de especulaciones acerca del supuesto mal ambiente que se habría creado entre los jugadores y el entrenador Sampaoli en la concentración de Bronnitsy . La prensa deportiva argentina no dudó en citar peleas entre jugadores, o supuestas reuniones en las que los históricos se amotinaban y pretendían tomar el control del grupo, dejando de lado al técnico rosarino. Nada pintaba bien a pocas horas del trascendental duelo de la albiceleste contra los nigerianos en Sant Petersburgo . Una sensación desagradable que pronto comenzaría a diluirse tras el pitido inicial del turco Kuneyt Cakir . Sampaoli volvió a los orígenes en la alineación del último partido del grupo D. Plantó una defensa de cuatro, con Mercado y Tagliafico por bandas, y la dupla Otamendi - Rojo en el centro. En la portería, el debut del riverplatense Armani resultaba hasta lógico tras el clamoroso fallo de Caballero ante los croatas.