Escribe Marcelo Espiñeira.
Ilustración: Gambetta.
Instagram: @abstractsaturdaynight
Como líder de Wilco, se podría decir que Jeff Tweedy supo ganarse un espacio privilegiado en la escena del rock americano; de perfil sensible, fiel a las mejores tradiciones y liberado de toda tensión comercial.
Como buen artista de culto, algo esquivo y hosco por momentos, Tweedy agrega ahora una novedosa dosis de confidencia personal en su flamante Warm (dBpm, 2018). Un disco registrado en Chicago, con el único aporte de su hijo Spencer en batería y sintetizadores; y el de su colega en Wilco, Glen Kotche en la percusión. Al mismo tiempo, ha editado sus memorias autobiográficas en el libro Let’s Go (So We Can Get Back), publicado únicamente en inglés, por ahora.
En líneas generales, Warm es un álbum luminoso, de once sencillas canciones, con 39 minutos muy vigorosos, en el mejor estilo del rock de otros tiempos. Agradable, sin más vueltas, el tono elegido es optimista y fluido, propio de un cantautor que interpone pocos filtros entre su voz interior, la guitarra y el micrófono. Justamente, la paleta utilizada se reduce a la guitarra acústica, el pedal steel, la batería tocada con escobillas, el bajo y algún imperceptible toque de sintetizadores. Prolijo como siempre en la producción, Tweedy privilegia sus versos en la mezcla, dotándolos del boceto mínimo y necesario para que los reconozcamos como bellas canciones.
Con la voz al frente, casi en un estilo Lennoniano, Bombs above abre el fuego con una balada a guitarra y voz que repasa tiempos personales difíciles. Enseguida Some birds nos levantará de la butaca con su ritmo alto y estribillo pregnante sobre estupendo solo de guitarra steel, un terreno que Tweedy domina a la perfección. Tanto como el transitado en Don´t forget, de sonido bluegrass tradicional y una prosa repleta de consejos útiles.
La fiesta vuelve al reposo en How hard it is for a desert to die, otra balada folk, con aires metafísicos muy a la Wilco. Un estado de ánimo que Let´s go rain se encarga de elevar con su tono alegre y rural, pleno de un optimismo compartido. La bella From far away nos acerca al romanticismo propio de un autor inspirado al calor de una relación madura. Otro tanto sucede con la rítmica I know what it´s like, que nos marca a fuego con su pegadiza melodía, mientras el cantante nos confiesa saber lo que significa no sentir amor.
Nuevamente retoma el tono reflexivo en Having been is no way to be, otra bella pieza plena de versos íntimos. Un pequeño estallido de furia se apodera del autor en The red brick, el momento más oscuro del álbum. Una ira que apacigua pronto Warm (when the sun has died), respuesta inmediata al anterior estado y el camino elegido por Tweedy en esta etapa de su vida, con 51 años sus elecciones comienzan a ser otras.
El final se reserva para la mejor canción, la más extensa y emotiva, una que imagina a su padre creyente buscando a su madre en el “cielo”. De estilo similar al Neil Young de Harvest, How will I find you? es un magnífico ejemplo del dominio que posee Jeff Tweedy en la composición, que en Warm protagoniza un cálido regreso a sus fuentes personales.
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