Escribe Lilian Rosales de Canals. La apuesta certera por las energías limpias ha sido en innumerables ocasiones postergada por sus elevados costes económicos, por el cambio de infraestructuras y de rutinas que supone, y más aún, por la desaparición necesaria de algunos actores del escenario económico no contentos con esta sentencia. Sin embargo, nos quedamos atónitos al descubrir que algunas iniciativas consideradas progres en este sentido, son más antiguas de lo que imaginamos: antes de la era de los hidrocarburos, el coche eléctrico ya se conocía (entre muchas otras invenciones "limpias") y estaba en uso. Podría decirse que fue el precursor del vehículo de combustión interna (1900) tan criticado en la actualidad. Esta maravillosa creación a pilas se le adjudica al escocés Robert Anderson entre 1832 y 1839. Así como los coches, las motos eléctricas tienes su origen a finales de 1860 (según las referencias de patentes encontradas)