Cuando Nancy Reagan y sus amiguitas ultraconservadoras quisieron prohibirlo, el rap ya era un fenómeno imparable en la América de los 80´s. Un país que entonces estaba bien lejos de aceptar un presidente de “color” como Barack Obama y vivía instalado en la máxima prepotencia del cowboy que reinó en la Casa Blanca ocho largos años.
La última gran revolución de la música negra, el hip hop aceleró los versos combativos de los poetas callejeros. Los djs de principios de los 80´s solo contaban con sus habilidosas
manos para manejar los platos, algunos buenos vinilos de soul y su voz para amenizar las fiestas clandestinas que organizaban en los suburbios neoyorkinos.
Como reguero de pólvora el rito fue esparciéndose, poco a poco fue ganando sofisticación y hasta alcanzó alguna notoriedad en el televisión. Y por supuesto, la bomba explotó. En un inicio fueron tomados como los freakys de turno. Pronto se entendió que tenían mucho que decir. Los reclamos de un sector social postergado encontró un lenguaje accesible, algo así como el punk negro.
Las primeras estrellas no tardaron en aparecer, y la noticia se hizo planetaria. ¿Quién no recuerda a los RUN DMC rapeando una vieja canción de los Aerosmith en la todopoderosa MTV de los 80´s tempraneros? El hip hop había irrumpido con la fuerza de un titán.
El resto de la historia es muy conocida y cercana. Cientos de vertientes, matices y el cruce racial más decisivo de la historia de los EEUU, a partir de una música popular. Hace años que todos los jóvenes americanos consumen hip hop.
Como todo movimiento masivo, el rap ha albergado a más de un pandillero. Muchos encontraron la manera de abandonar la pobreza y las calles a través de la venta de sus discos. Poseedor de un código controvertido, el gangsta rap dominó la escena y desvirtuó en cierta forma el buen aporte musical y social de la movida. Duelos a muerte (literalmente) y una dudosa moral volvieron a poner al hip hop en entredicho en los 90´s.
Como todo ciclo creativo, el hip hop parece ir apagándose lentamente, la crisis de la industria le ha hecho mucho daño. Y en EEUU ya nadie se espanta por su presencia, como si hubiera perdido su poder de provocación.
En España, la historia es bien distinta. Antes que nada, porque es un estilo musical que se ha ido afianzando poquito a poco. Y en este proceso, hay reconocer la importancia de un grupo de amigos zaragozanos. Los Violadores del Verso son los grandes responsables del respeto que esta música se ha granjeado en el país. Y si actualmente el rap español goza de una primavera creativa y comercial, hay que buscar en ellos la respuesta.
Sergio Rodriguez, alias Hate, es ahora Sho Hai. Bajo este pseudónimo tan oriental ha editado “Doble vida” (producido por su colega R de Rumba). Un catálogo esencial para entender de qué va el hip hop por estas tierras.
Una entrevista de
Marcelo Espiñeira.
Han incluído instrumentos tocados especialmente para la grabación de este disco, verdad?
La última gran revolución de la música negra, el hip hop aceleró los versos combativos de los poetas callejeros. Los djs de principios de los 80´s solo contaban con sus habilidosas
manos para manejar los platos, algunos buenos vinilos de soul y su voz para amenizar las fiestas clandestinas que organizaban en los suburbios neoyorkinos.
Como reguero de pólvora el rito fue esparciéndose, poco a poco fue ganando sofisticación y hasta alcanzó alguna notoriedad en el televisión. Y por supuesto, la bomba explotó. En un inicio fueron tomados como los freakys de turno. Pronto se entendió que tenían mucho que decir. Los reclamos de un sector social postergado encontró un lenguaje accesible, algo así como el punk negro.
Las primeras estrellas no tardaron en aparecer, y la noticia se hizo planetaria. ¿Quién no recuerda a los RUN DMC rapeando una vieja canción de los Aerosmith en la todopoderosa MTV de los 80´s tempraneros? El hip hop había irrumpido con la fuerza de un titán.
El resto de la historia es muy conocida y cercana. Cientos de vertientes, matices y el cruce racial más decisivo de la historia de los EEUU, a partir de una música popular. Hace años que todos los jóvenes americanos consumen hip hop.
Como todo movimiento masivo, el rap ha albergado a más de un pandillero. Muchos encontraron la manera de abandonar la pobreza y las calles a través de la venta de sus discos. Poseedor de un código controvertido, el gangsta rap dominó la escena y desvirtuó en cierta forma el buen aporte musical y social de la movida. Duelos a muerte (literalmente) y una dudosa moral volvieron a poner al hip hop en entredicho en los 90´s.
Como todo ciclo creativo, el hip hop parece ir apagándose lentamente, la crisis de la industria le ha hecho mucho daño. Y en EEUU ya nadie se espanta por su presencia, como si hubiera perdido su poder de provocación.
En España, la historia es bien distinta. Antes que nada, porque es un estilo musical que se ha ido afianzando poquito a poco. Y en este proceso, hay reconocer la importancia de un grupo de amigos zaragozanos. Los Violadores del Verso son los grandes responsables del respeto que esta música se ha granjeado en el país. Y si actualmente el rap español goza de una primavera creativa y comercial, hay que buscar en ellos la respuesta.
Sergio Rodriguez, alias Hate, es ahora Sho Hai. Bajo este pseudónimo tan oriental ha editado “Doble vida” (producido por su colega R de Rumba). Un catálogo esencial para entender de qué va el hip hop por estas tierras.
Una entrevista de
Marcelo Espiñeira.
Han incluído instrumentos tocados especialmente para la grabación de este disco, verdad?
R DE RUMBA: Sí, nos encanta trabajar con músicos. Y por eso hemos incluido unos trombones y algunas baterías grabadas especialmente para la ocasión. El resto de lo que escuchas son samplers, cajas de ritmo y nuestras voces. Hago música y no soy músico, pero me encanta trabajar con ellos, poder llevarlos un poco a mi terreno y enseñarles de que va esta movida. Está muy bien poder hacerlo.
Por qué dices que no eres músico?
RdeRumba: Tengo mis nociones de música, pero no toco ningún instrumento. Es cierto que toco el teclado, pero me pones en un escenario con una guitarra y no sabría tocarla. Soy sampleador, hago ritmos, y sobre todo soy dj.
SHO HAI:Antes que nada somos djs, buscadores de viejos vinilos de soul y de funk.
Nunca habéis sentido la necesidad de entender mejor un piano o una guitarra?
RdeRumba: Sí, hombre. Se de solfeo, de acordes, pero si quiero meter un solo guapo, no lo haré yo. Y para eso llamaría a un colega jazzero que toque de puta madre y seguramente quedará mejor que si me metiera a poner cuatro notas.
Sho Hai: Yo no tengo ni idea. Yo bajo al estudio y lo único que se enchufar es el aire acondicionado...(risas). Imagínate, me chupo el micro, me pongo los cascos y suelto mis letras.
Lo tuyo es el micro y la escritura de las letras...
Sho Hai: Sí, exactamente. Cada rapper se escribe sus propias letras, en el rap está terminantemente prohibido que alguien te escriba las letras.
Qué otras cosas están prohibidas en el hip hop?
Sho Hai: No, nada más. Pero lo de las letras es importante, es que no tendría mérito que alguien te escribiese las letras.
RdeRumba: En EEUU hay escritores fantasmas. Y escriben para los productores que rapean, que pierden más tiempo haciendo los ritmos. Cogen a otros que por pasta le hacen unas letras de puta madre y luego las rapean bien. Pero esto en España no es muy habitual.
Sho Hai: Pero en el rap está el campo super abierto, puedes hablar de lo que quieras, de la manera que quieras, no tiene limitaciones.
Sin embargo, siempre parecéis un tanto preocupados por el intrusismo.
RdeRumba: Estamos un poco cansados de las fusiones mal hechas. Nosotros somos cabezas cuadradas, pero escuchamos mucho funk, mucho soul, mucho jazz, mucho rock, somos realmente los más abiertos. Más que los rockeros y que los jazzeros y tal. Quizás se nos vea super cerrados porque estamos hartos de que no nos tomen en serio. Ahora hace tiempo ya que hemos educado en España. Nadie sabía de donde venía esto, pensaban que era la canción del Colacao. Lo que nos molesta bastante es cuando se fuerzan las fusiones. El rap es una música dura, claro que tiene sus vertientes soft que son muy guay, pero lo que no hay que perder nunca es el estilo. Aunque suenes más suave, por favor nunca perdáis el estilo. Haced las cosas bien, nada de copiar y ya.
La rabia también es un elemento fundamental en vuestra música.
Sho Hai: Sí, yo en este disco si que he estado muy furioso tío. Con el mundo, conmigo mismo, estaba super rayado macho. Siempre he utilizado el rap para quedarme un poco más tranquilo. Menos mal que tengo esto, si no estaría dándome golpes contra una pared y sería una pena. Es la mejor terapia que tengo para quitarme historias malas de la cabeza. No todas, porque no se puede, pero me ayuda mucho escribir.
RdeRumba: A mazazos te las sacaría...(risas)
Es una terapia, pero también les genera molestias: entrevistas, viajes...
Sho Hai: Sí, bueno, son cosillas, es parte del curro estar hablando aquí contigo. Pero la estoy pasando bien, no creas. Es cierto que hacer conciertos y cantar con la peña es lo que más se disfruta de todo esto. Es la recompensa.
El hip hop se hizo grande, vendiendo discos por millones. ahora esto está acabado, cuál es el futuro del rap?
RdeRumba: Un directo de rap es un dj con micros y los rappers. Esto es así y no es que hayan bajado las ventas porque no tengamos músicos en directo. Es que está todo mal en general, el negocio está mal. Pero lo que ha hecho KazeO girando con una banda de jazz, tocando música orgánica, sin secuencias, sin djs, es un gustazo también. Salir del mundo de los samplers puede ser buenísimo, aunque uno siempre estará deseando volver al estudio y encontrar ritmos guapos. Porque el concepto de música pesada, dura y repetitiva nos encanta. Trabajar con músicos es de puta madre, pero no quita que un directo sin ellos no esté menos currado. Un directo de Violadores está muy ensayado, tiene su curro importante detrás.
Sho Hai: El hombre orquesta es el Rumba con sus platos.
Estas letras tan largas, más de una vez te habrán generado un blanco en escena.
Sho Hai: Sí, en los conciertos más de una vez se te va un poco la pinza, pero siempre puedes improvisar o meter alguna palabra nueva. Algun “uonchuplai”...(risas) eso me ha pasado más de una vez...Pero casi siempre las cosas cuadran y sale más o menos perfecto. El arte de la improvisación ayuda en estos casos, pero estas letras las he escrito yo mismo con todo el gusto y se me quedan aquí (se señala la cabeza). Ya me hubiera venido bien utilizar este método en el cole...que soy un puto fracaso escolar...
RdeRumba: Aquí tenemos un caso de típico fracaso escolar español...(risas).
Sho Hai: Soy técnico electrónico de no se que...ahí tengo el título, luego te lo muestro...(se ríe).
En alguna de tus canciones te metes duro contra las redes sociales.
Sho Hai: Sí, bueno soy un tío que nunca ha tenido internet. Soy un desgraciado que sigo mirando el teletexto (risas)... Sí es así de triste. Lo único que se mirar son los resultados de La Primitiva, todo para no bajar hasta lo del lotero...
Porque cantas que quieres volver a Buenos Aires?
Sho Hai: Estuvimos allí en 2008 de gira, y fue increíble. Bebiendo unas Quilmes, de puta madre. Fue una pasada de concierto, una sala petada por mil y pico de personas. Se sabían mis letras de pe a pa, todos botando y fue la hostia. Todos coreaban al estilo futbolero y yo lloraba de emoción. Fue precioso, solo de recodarlo se me ponen los pelos de punta. Y volveremos pronto.
En Mexico sois un numero fuerte, también?
Sho Hai: Sí, en el DF de México y en Monterrey también hemos estado y nos han tratado muy bien.
RdeRumba: Hemos sentido mucho respeto en Colombia y en Chile también. Les gusta lo que hacemos. En Medellín, en particular, la gente nos contaba que le gustaba mucho que hiciéramos un rap duro pero sin hablar de violencia. Allí la gente está hasta los huevos de la violencia, pasa del rollo gangster y todo eso. Entonces encontraron en nosotros una alternativa a todo aquello. Puedes hacer una canción dura y estar hablando de amor y eso en Colombia lo apreciaron mucho.
El gangsta rap fuera de EEUU transmite una imagen ridicula.
RdeRumba: También es cierto que hay calles en Sudamérica, o en Libia o en Africa, que son más duras que las del Bronx de New York. Es lógico que allí se de la cultura de las armas, la droga a saco, toda esa movida en EEUU tiene más sentido. Aquí en España, tenemos barrios chungos pero no es tan así, aquí no tenemos armas.
Han tenido problemas con pandillas?
RdeRumba: No, aquí en España no.
Sho Hai: Nos llevamos bien con casi toda la gente.
RdeRumba: Sí, respetamos y entendemos el concepto de las bandas. Hay gente que no encuentra otra manera de obtener amor y respeto que entrando allí. Se han críado en eso y es su única realidad.
Sho Hai: No tienen otra cosa.
RdeRumba: No tienen porque ser violentos.
Qué tiene Zaragoza que produce tanto rap?
RdeRumba: Zaragoza ha marcado bastante el ritmo.
Sho Hai: En Zaragoza estaba instalada una base americana, y resultó ser un canal de entrada de esta música. Entraba mucha música negra por ahí.
RdeRumba: De críos teníamos colegas con padres trabajando en las bases americanas, y a través de ellos nos llegaba toda esta música que no encontrabas en las tiendas de discos de la ciudad.
En la intimidad sois tan filosóficos como en vuestros discos?
Sho Hai: Hostia... tampoco meto mucha filosofía, no? (risas) Más que nada es hablar con el corazón en la mano, macho. Y muchas lágrimas, tío. Hay que rappear con el alma y no con la boca.
RdeRumba: Es la palabra, es la pura palabra. Es normal que la gente se coma el coco, intente hacerlo bonito, metafórico, usando figuras, es normal. No deja de ser poesía rimada, sabes?
Comentarios
Publicar un comentario