Este jueves 17 de agosto Barcelona se vió sacudida por un atentado cruento en el corazón de las emblemáticas Ramblas. El terrorista, supuestamente radicalizado en la línea ideológica de ISIS, embistió conduciendo una furgoneta de alquiler a la muchedumbre que inundaba esta vía durante la tarde, casi a las 17hs. Pasados cuatro días de este suceso, el agresor continúa fugado aunque la policía lo tendría identificado como Younes Abouyaaqoub, vecino de Ripoll de origen marroquí. Tras su intervención sanguinaria, el asesino dejó un tendal de 15 muertos y un centenar de heridos, 15 de ellos en estado de gravedad.
A más de cuarenta nacionalidades diferentes pertenecen las víctimas, y entre ellas se deben contar a dos ciudadanos argentinos, más precisamente a dos mujeres que han perdido su vida en este atentado. Nos referimos a Silvina Alejandra Pereyra (40), residente en Barcelona desde hace algo más de diez años y exempleada en una frutería del Mercat de la Boquería. La otra víctima argentina que falleciera en las Ramblas es una vecina de Buenos Aires que estaba de visita en Barcelona como parte de sus vacaciones por Europa, se llamaba Carmen Lopardo (80).
Entre los heridos por el suceso de Las Ramblas también quedaron heridos dos argentinos más. La primera es una turista mujer (Cristina, 67 años) que fuera atropellada por otras personas que huían desesperadamente de la furgoneta y que acabó con una fractura del fémur y pelvis. La otra persona es residente en Catalunya (Pablo, 36 años) y ya ha recibido el alta médica luego de ser atendido por lesiones leves.
A la una de la madrugada del viernes pasado, Cambrils sufrió el ataque de cinco yihadistas en la zona del puerto deportivo y el paseo marítimo, el sector más turístico del bello pueblo tarraconense. La policía repelió el ataque y mató a los cinco asesinos que llevaban falsos chalecos explosivos, no sin antes acabar con la vida de una turista zaragozana.
A través de su agencia de noticias Amak, el Estado Islámico no tardó en reinvindicar sendos atentados promoviendo a continuar con esta ola de violencia irracional. De manera evidente, estos atentados marcarán un punto de inflexión en la vida cotidiana en Catalunya. No tinc por han entonado los miles de manifestantes presentes en la Plaça Catalunya al finalizar el acto institucional que reuniera a las autoridades locales y del gobierno español en recuerdo de las víctimas de los atentados, el pasado sábado al mediodía. Este lema serviría de ejemplo de una actitud positiva que la mayoría estaría dispuesto a asumir en lo inmediato. Que así sea.
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