Una crítica de Lilian Rosales de Canals. Shotgun Stories (2007) es la ópera prima del director Jeff Nichols que marcó el inicio de un innovador cine negro y echó las bases de una estética, un modo de narrar y explorar la condición humana, edificando su corta y magnífica carrera cinematográfica. Mientras escudriña en las pasiones y los sentimientos más bajos de forma íntima y pausada, el autor en sus obras abandona la excesiva violencia pero también la pacata moral, aspectos presentes en Take Shelter (2011), su galardonado thriller pero también en Mud , su última producción. En ella destaca el empleo de un moderado tono narrativo al que subyacen, intensas pero contenidas emociones. Y aunque resulte en apariencia una historia diferente a sus predecesoras, podría afirmar que se trata de una continuidad en el ejercicio de exploración hacia el interior de sus personajes, iniciado en 2007 desde el drama.