Escribe Marcelo Espiñeira.
Causando no poca preocupación, un virus ha reaparecido con fuerza en tierras americanas. El brote del denominado Zika se sabe es transmitido por la picadura del mosquito Aedes Aegypti, una especie abundante en zonas tropicales, el mismo vector del Dengue, la Chikungunya y la fiebre amarilla.
Luego de la confirmación oficial
de numerosos casos de infecciones en países como Colombia, México, Venezuela, Bolivia o Brasil, la OMS (Organización Mundial de la Salud) emitió una alerta similar a la que en 2015 provocara el ébola en el continente africano. Una posible propagación masiva del virus del Zika inquieta a las autoridades ya que de momento la ciencia no ha encontrado soluciones médicas para su posible cura.
Conocido desde la década del ´50, el Zika causa antes que nada la fiebre que lleva el mismo nombre, cuyos síntomas incluyen dolores de cabeza leves, erupciones maculopapulares (manchas rojas en la piel), fiebre, malestar general, conjuntivitis y dolores articulares. Hasta aquí una enfermedad que no parecería diferenciarse demasiado de otras eruptivas, aunque recientemente esta antigua teoría haya quedado obsoleta luego de establecerse una posible relación con malformaciones severas en fetos de madres infectadas o en la posterior aparición en los enfermos de un trastorno autoinmunitario denominado Síndrome de Guillain-Barré, que tampoco tiene cura conocida hasta la fecha.
La expansión del Zika está siendo especialmente importante en el nordeste de Brasil, tanto es así que el gobierno de Dilma Rousseff ha declarado una guerra abierta contra el mosquito transmisor. Los últimos reportes cifraban en 200.000 los soldados brasileños implicados en la fumigación del habitat del mosquito en todas sus fases. Contra las larvas y los huevos utilizan un plaguicida organofosforado que simplemente se arroja en zonas de aguas estancadas. Los huevos del Aedes precisan contactar con agua para eclosionar y convertirse en larvas durante una semana antes de ser un mosquito adulto. Por este motivo se pide a la gente que evite el uso de recipientes con agua estancada e higienice todo posible foco de crianza de las larvas. Los mosquitos adultos se combaten con la difusión de peritroides, un producto tóxico para muchos animales y que también puede contaminar los alimentos o los utensillos de cocina, por lo cual el personal que realiza estas fumigaciones debe estar muy bien entrenado.
La inminente celebración de los Juegos Olímpicos de Rio 2016 prevista para el mes de agosto próximo complica aún más la situación en el gran país americano que observa con suma preocupación la coincidencia del brote de esta posible pandemia con la realización de un evento de enorme alcance internacional y la visita prevista de medio millón de personas relacionadas con los Juegos Olímpicos. Esta desafortunada exposición ha acelerado aún más la ejecución de los planes de prevención por parte del gobierno carioca.
Aún más expuestos a este mal parecen estar los venezolanos, si nos guiamos por algunos especialistas que han cifrado en alrededor de 400.000 los casos de Zika en el país caribeño. Existen fuertes evidencias de que el sistema sanitario venezolano actual no está preparado para defenderse de una pandemia como esta, con hospitales faltos de medicinas y escasos en recursos para resistirla.
Causando no poca preocupación, un virus ha reaparecido con fuerza en tierras americanas. El brote del denominado Zika se sabe es transmitido por la picadura del mosquito Aedes Aegypti, una especie abundante en zonas tropicales, el mismo vector del Dengue, la Chikungunya y la fiebre amarilla.
Luego de la confirmación oficial
de numerosos casos de infecciones en países como Colombia, México, Venezuela, Bolivia o Brasil, la OMS (Organización Mundial de la Salud) emitió una alerta similar a la que en 2015 provocara el ébola en el continente africano. Una posible propagación masiva del virus del Zika inquieta a las autoridades ya que de momento la ciencia no ha encontrado soluciones médicas para su posible cura.
Mapa de la distribución mundial del virus del Zika en 2016 |
Conocido desde la década del ´50, el Zika causa antes que nada la fiebre que lleva el mismo nombre, cuyos síntomas incluyen dolores de cabeza leves, erupciones maculopapulares (manchas rojas en la piel), fiebre, malestar general, conjuntivitis y dolores articulares. Hasta aquí una enfermedad que no parecería diferenciarse demasiado de otras eruptivas, aunque recientemente esta antigua teoría haya quedado obsoleta luego de establecerse una posible relación con malformaciones severas en fetos de madres infectadas o en la posterior aparición en los enfermos de un trastorno autoinmunitario denominado Síndrome de Guillain-Barré, que tampoco tiene cura conocida hasta la fecha.
La expansión del Zika está siendo especialmente importante en el nordeste de Brasil, tanto es así que el gobierno de Dilma Rousseff ha declarado una guerra abierta contra el mosquito transmisor. Los últimos reportes cifraban en 200.000 los soldados brasileños implicados en la fumigación del habitat del mosquito en todas sus fases. Contra las larvas y los huevos utilizan un plaguicida organofosforado que simplemente se arroja en zonas de aguas estancadas. Los huevos del Aedes precisan contactar con agua para eclosionar y convertirse en larvas durante una semana antes de ser un mosquito adulto. Por este motivo se pide a la gente que evite el uso de recipientes con agua estancada e higienice todo posible foco de crianza de las larvas. Los mosquitos adultos se combaten con la difusión de peritroides, un producto tóxico para muchos animales y que también puede contaminar los alimentos o los utensillos de cocina, por lo cual el personal que realiza estas fumigaciones debe estar muy bien entrenado.
El cerebro de un microcéfalo es más pequeño de tamaño y posee menos neuronas |
Aún más expuestos a este mal parecen estar los venezolanos, si nos guiamos por algunos especialistas que han cifrado en alrededor de 400.000 los casos de Zika en el país caribeño. Existen fuertes evidencias de que el sistema sanitario venezolano actual no está preparado para defenderse de una pandemia como esta, con hospitales faltos de medicinas y escasos en recursos para resistirla.
Sala desbordada del hospital universitario de Caracas, Venezuela. |
No obstante, la misma OMS ha bajado el tono de su alarma para contrarrestar diciendo que el Dengue es una enfermedad mucho más peligrosa para los seres humanos que el Zika. El principal inconveniente con el Zika sería que es una dolencia menos estudiada que otras y que la obtención de una vacuna eficiente podría llevar a los científicos entre 10 y 12 años de investigación.
Es necesario agregar que en una reciente epidemia de Zika sufrida entre los pobladores de diversas islas de la Polinesia se pudo detectar una peligrosa relación entre las embarazadas infectadas y la posterior aparición de microcefalia en sus bebes. La microcefalia es una anomalía consistente en un desarrollo insuficiente del cráneo, a menudo acompañado de atrofia cerebral. En Brasil ya se han detectado más de 4.000 casos de microcefalia en lo que llevamos de año y no son pocos los especialistas que comienzan a relacionar al Zika con esta malformación. Esta relación ha disparado la cifra de abortos clandestinos (no está permitido en Brasil), intervenciones peligrosas y muy costosas, que pueden costar entre los 1.000 y 3.000 euros. Este fenómeno es un factor añadido a la ya preocupante situación vivida allí.
Como las noticias relativas al Zika se han multiplicado en las últimas semanas, debemos reseñar que en EEUU han confirmado oficialmente un caso de contagio del virus por vía sexual o que en Catalunya se ha detectado un primer caso de una embarazada enferma del Zika, que habría contraído en una reciente visita a Colombia. Desde Brasil incluso han confirmado la detección del virus en una muestra de orina en laboratorio y sospechan que también podría hallarse de manera activa en la saliva de los enfermos, lo cual aumentaría muchísimo más las probabilidades de contagio entre seres humanos.
El mosquito tigre ya se ha establecido en toda la costa mediterránea ibérica |
Existe un tercer elemento que inquieta especialmente a las autoridades de la OMS que siguen atentamente la evolución de esta posible pandemia. Los enfermos de Zika están propensos posteriormente a adquirir el Síndrome de Guillain-Barré. Este trastorno provoca que el sistema inmunitario del cuerpo se ataque a sí mismo por error. Puede presentarse a cualquier edad aunque es más común en personas de entre 30 y 50 años. El síndrome también puede presentarse junto a otras enfermades como el SIDA, la Influenza, el Herpes simple, la Mononucleosis, el Lupus o incluso tras una cirugía. El Guillain-Barré daña partes de los nervios. Este daño causa hormigueo, debilidad muscular y parálisis o entumecimiento general. El enfermo suele ver mal, tener serias dificultades para moverse normalmente, sufrir dificultades respiratorias y sentir palpitaciones constantes. La recuperación puede tardar semanas, meses o años. Pero la mayoría sobrevive y se recupera por completo aunque en algunas personas cierta debilidad leve pudiera persistir.
La alarma del Zika no es para tomar a la ligera. No olvidemos que la OMS ha cifrado entre 3 y 4 millones la cantidad de personas que podrían contraer esta enfermedad tan solo en los países latinoamericanos. A partir de ahora resultará esencial que las autoridades mantengan un canal de información fluido con la población amenazada para intentar evitar en lo posible la propagación del mosquito.
El Zika no pone a los países afectados en cuarentena, porque ya están tomando las medidas preventivas necesarias. En este sentido, Brasil no estaría solo en la lucha contra el virus, ya que en varios países se está fumigando amplias zonas como prueba de que la amenaza se ha tomado con respeto. Incluso EEUU se vería afectado.
Finalmente vemos como una paradoja que determinadas crisis sanitarias sean indispensables para que la industria farmacéutica acelere los esfuerzos en la búsqueda de una vacuna eficiente contra ciertos males como este.
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