El FC Barcelona se ha dado el primer gran gusto de la temporada, venciendo al Real Madrid ante sus seguidores en un Camp Nou a reventar.
En un partido de trámite cambiante, el local y nuevo líder de La Liga trabajó pacientemente una victoria merecida.
El gran héroe de la jornada ha resultado ser el sueco Ibrahimovic, que marcó el único tanto a los once minutos de la segunda etapa, cuando conectó un excelente centro cruzado de Alves. Casillas nada pudo hacer en la primera intervención seria que tuvo durante el partido.
El encuentro había comenzado con un Madrid más cómodo, que sabía que incluso un empate lo favorecería. Pellegrini plantó a su equipo de contra, y tanto Kaká, como Cristiano Ronaldo encontraron importantes
espacios en los primeros quince minutos. Fue cuando el Barça llegó a dudar y a chocar sistemáticamente contra una defensa bien parada. Ronaldo dispuso de un mano a mano clarísimo, que Victor Valdés resolvió providencialmente con su pie derecho. Parecía que los azulgrana no lograrían desentrañar la telaraña que tejían Xabi Alonso, Lass Diarra y Marcelo, pero este esquema comenzó a romperse cumplida la primera media hora. Durante los últimos quince minutos del primer tiempo, el Barça evidenciaba una clara mejoría, con un Messi mucho más incisivo y que obligaba a permanentes faltas a los defensas blancos. Arbeloa y Albiol fueron amonestados por sendas faltas a la pulga. Iniesta pudo soltarse más a menudo, pero fueron Henry y Alves los que no terminaban de acertar. Y aquella primera etapa se diluyó sin que el Barcelona dispusiera de ninguna posibilidad clara de cara a portería. Eso sí, que quede claro que la figura había sido Puyol.
La segunda etapa comenzó con los blaugrana más decididos. Sin parecerse al rodillo que pueden ser en otras ocasiones, pero con mayor intensidad en sus acciones. El ingreso de Zlatan Ibrahimovic por Henry resultó decisivo. En cinco minutos le dió otro volumen al juego de ataque del campeón, y logró que tanto Xavi, Iniesta como Messi encontraran esos espacios que antes estaban cerrados. Luego de un corte en defensa del propio Ibrahimovic, Alves subió por la banda izquierda y terminó centrando sobre una defensa en línea y al segundo palo de Casillas, Zlatan conectó un chut impecable y Casillas tuvo que ir a buscar el balón dentro de las redes de su portería. Estalló el Camp Nou, y el Barça comenzó a lucirse con plenitud.
Parecía cuestión de tiempo, para que cayera el segundo. Pero, Sergio Busquets, de muy buena tarea hasta ese momento, se hizo expulsar por una mano un tanto innecesaria y dejó a su equipo con un hombre menos para afrontar los próximos treinta minutos de juego.
Parecía mucha ventaja, pero el local supo aguantar el tipo y lejos de refugiarse en su campo, siguió intentando controlar el balón, que es lo que mejor sabe hacer. Si bien el Madrid volvió a emparejar el trámite, chocó siempre con una defensa impecable de Puyol y Piqué. Y además en otra habilitación magistral de Alves, Messi dispuso de la mejor ocasión para sellar el 2-0, que esta vez Casillas logró evitar milagrosamente.
Jamás pudo el Madrid inquietar seriamente al Barça, aunque dispuso de seis saques de esquina y algun balón boyando en el área. Benzema reemplazó a Ronaldo, pero no se vió ninguna reacción arrolladora de los de Pellegrini. Al fin y al cabo, no lograron aportar mucho más que la imagen de un equipo duro, pero poco agresivo. El Barça, por el contrario, apeló al amor propio y a su gran oficio de conjunto para sobrellevar el último tercio del derby más esperado de los últimos tiempos en desventaja numérica. Faltando pocos minutos, cuando Lass mostró su impotencia golpeando arteramente a Xavi. Se fue expulsado y ambos equipos acabaron el encuentro con diez hombres.
Para la anécdota quedarán las palabras y el gesto desencajado de Iker Casillas. El coloso de la porteria del Madrid, dijo que le había quedado la cara de tonto y que habían merecido empatar. Ahora solo faltaría que Florentino Perez recurriera el resultado ante el Tribunal Constitucional...
En un partido de trámite cambiante, el local y nuevo líder de La Liga trabajó pacientemente una victoria merecida.
El gran héroe de la jornada ha resultado ser el sueco Ibrahimovic, que marcó el único tanto a los once minutos de la segunda etapa, cuando conectó un excelente centro cruzado de Alves. Casillas nada pudo hacer en la primera intervención seria que tuvo durante el partido.
El encuentro había comenzado con un Madrid más cómodo, que sabía que incluso un empate lo favorecería. Pellegrini plantó a su equipo de contra, y tanto Kaká, como Cristiano Ronaldo encontraron importantes
espacios en los primeros quince minutos. Fue cuando el Barça llegó a dudar y a chocar sistemáticamente contra una defensa bien parada. Ronaldo dispuso de un mano a mano clarísimo, que Victor Valdés resolvió providencialmente con su pie derecho. Parecía que los azulgrana no lograrían desentrañar la telaraña que tejían Xabi Alonso, Lass Diarra y Marcelo, pero este esquema comenzó a romperse cumplida la primera media hora. Durante los últimos quince minutos del primer tiempo, el Barça evidenciaba una clara mejoría, con un Messi mucho más incisivo y que obligaba a permanentes faltas a los defensas blancos. Arbeloa y Albiol fueron amonestados por sendas faltas a la pulga. Iniesta pudo soltarse más a menudo, pero fueron Henry y Alves los que no terminaban de acertar. Y aquella primera etapa se diluyó sin que el Barcelona dispusiera de ninguna posibilidad clara de cara a portería. Eso sí, que quede claro que la figura había sido Puyol.
La segunda etapa comenzó con los blaugrana más decididos. Sin parecerse al rodillo que pueden ser en otras ocasiones, pero con mayor intensidad en sus acciones. El ingreso de Zlatan Ibrahimovic por Henry resultó decisivo. En cinco minutos le dió otro volumen al juego de ataque del campeón, y logró que tanto Xavi, Iniesta como Messi encontraran esos espacios que antes estaban cerrados. Luego de un corte en defensa del propio Ibrahimovic, Alves subió por la banda izquierda y terminó centrando sobre una defensa en línea y al segundo palo de Casillas, Zlatan conectó un chut impecable y Casillas tuvo que ir a buscar el balón dentro de las redes de su portería. Estalló el Camp Nou, y el Barça comenzó a lucirse con plenitud.
Parecía cuestión de tiempo, para que cayera el segundo. Pero, Sergio Busquets, de muy buena tarea hasta ese momento, se hizo expulsar por una mano un tanto innecesaria y dejó a su equipo con un hombre menos para afrontar los próximos treinta minutos de juego.
Parecía mucha ventaja, pero el local supo aguantar el tipo y lejos de refugiarse en su campo, siguió intentando controlar el balón, que es lo que mejor sabe hacer. Si bien el Madrid volvió a emparejar el trámite, chocó siempre con una defensa impecable de Puyol y Piqué. Y además en otra habilitación magistral de Alves, Messi dispuso de la mejor ocasión para sellar el 2-0, que esta vez Casillas logró evitar milagrosamente.
Jamás pudo el Madrid inquietar seriamente al Barça, aunque dispuso de seis saques de esquina y algun balón boyando en el área. Benzema reemplazó a Ronaldo, pero no se vió ninguna reacción arrolladora de los de Pellegrini. Al fin y al cabo, no lograron aportar mucho más que la imagen de un equipo duro, pero poco agresivo. El Barça, por el contrario, apeló al amor propio y a su gran oficio de conjunto para sobrellevar el último tercio del derby más esperado de los últimos tiempos en desventaja numérica. Faltando pocos minutos, cuando Lass mostró su impotencia golpeando arteramente a Xavi. Se fue expulsado y ambos equipos acabaron el encuentro con diez hombres.
Para la anécdota quedarán las palabras y el gesto desencajado de Iker Casillas. El coloso de la porteria del Madrid, dijo que le había quedado la cara de tonto y que habían merecido empatar. Ahora solo faltaría que Florentino Perez recurriera el resultado ante el Tribunal Constitucional...
Comentarios
Publicar un comentario