Anoche ante miles de aficionados de uno y otro equipo, en el estadio Vicente Calderón del Atlético de Madrid, la selección de futbol española venció claramente a su par argentina.
Si bien el tanteador fue siempre ajustado, el primer tiempo terminó 1-0, luego Argentina empató transitoriamente y finalmente Xabi Alonso marcó el 2-1 definitivo; en el juego fueron los locales quienes marcaron una notoria ventaja a su favor.
Fiel al estilo que exhibe desde hace algunos años, la Roja se adueñó del balón desde el inicio del encuentro y durante toda la primera etapa mereció ampliar la mínima diferencia a la que había accedido mediante un gol de Xabi Alonso, quien conectó con fuerza un rebote que diera el portero argentino Romero.
Xavi, Iniesta, Silva, Xabi Alonso y Villa se encargaron de darle circulación al balón con toques cortos y cambios de frente precisos, y acorralaron a los dirigidos por Maradona durante aquella primera mitad. El colegiado irlandés podría haber sancionado dos clarísimas entradas sobre Iniesta dentro del área argentina, pero prefirió pasarlas por alto, sino el resultado podría haber sido abultado.
Argentina volvió a carecer de ideas, de conexión entre sus líneas y fue un mero espectador durante 45 minutos, en los que solo pudo acceder con peligro ante Casillas en una sola oportunidad, mediante una habilitación a Dimaría, quien picó el balón sobre el portero español enviándolo sobre el larguero. Demichelis, Gago, Heinze y Ansaldi apelaron a todo tipo de faltas para intentar frenar el alud rojo y rozaron el límite de la sanción en varias entradas duras sobre los delanteros rivales.
El descanso sin dudas que fue usado por Maradona para arengar a sus jugadores, en busca de una recuperación. Messi que casi no había tocado el balón, en una posición flotante por sobre Mascherano y Gago, plena de indefinición y con escasas asociaciones positivas con sus compañeros, mejoró en el complemento. Comenzó a encontrarse con Maxi Rodriguez o con Higuaín en el arranque del complemento y Argentina lució lo más aguerrida que se pueda imaginar en este tipo de encuentros "amistosos". Como si los jugadores hubieran olvidado que en pocos días tienen compromisos por la Champions League con sus clubes, y hayan decidido jugarse el puesto en una selección que deberá mejorar muchísimo en su actitud y en su juego si quiere pelear por algo en Sudáfrica.
España se vió sorprendida y en una mala salida de su defensa, Maxi Rodriguez robó un balón y se internó en el área, donde fue barrido por Albiol. Messi empató de penalty, gritó su gol con furia y Argentina soñó con una remontada que no fue.
Nuevamente se emparejaron las acciones durante los quince minutos posteriores, hasta que los entrenadores decidieron por fin hacer los típicos cambios que se realizan en estos partidos de preparación. Con la salida de Messi y de Maxi, Argentina cedió nuevamente el terreno a Cesc y Mata recién ingresados, y España tuvo el dominio total los últimos quince minutos del encuentro. Por decantación, una jugada muy peligrosa en el área albiceleste terminó con una mano intencional de Demichelis. Xabi Alonso definió con elegancia y España selló un triunfo merecido. Para la anécdota queda que el propio Demichelis desperdiciara una franca oportunidad de gol sobre la hora.
Esta España tiene un estilo definido, tiene a su plantilla establecida, tiene el triunfo en el último europeo como aval y se erige como el candidato más fuerte para Sudáfrica en 2010. En contrapartida, Argentina continúa navegando en un océano de dudas, tiene individualidades que causarían envidia a cualquiera, pero sigue careciendo de estilo, de ideas y una plantilla titular. Sabemos que Messi irá a Sudáfrica, seguramente que Heinze y Mascherano también. El resto es una incógnita, hasta el mismo Maradona.
Existen ya negociaciones para que la Catalunya de Cruyff y la Argentina de Maradona disputen un partido en el Camp Nou para finales de año, posiblemente para el 22 de diciembre o bien para el mes de mayo próximo.
Si bien el tanteador fue siempre ajustado, el primer tiempo terminó 1-0, luego Argentina empató transitoriamente y finalmente Xabi Alonso marcó el 2-1 definitivo; en el juego fueron los locales quienes marcaron una notoria ventaja a su favor.
Fiel al estilo que exhibe desde hace algunos años, la Roja se adueñó del balón desde el inicio del encuentro y durante toda la primera etapa mereció ampliar la mínima diferencia a la que había accedido mediante un gol de Xabi Alonso, quien conectó con fuerza un rebote que diera el portero argentino Romero.
Xavi, Iniesta, Silva, Xabi Alonso y Villa se encargaron de darle circulación al balón con toques cortos y cambios de frente precisos, y acorralaron a los dirigidos por Maradona durante aquella primera mitad. El colegiado irlandés podría haber sancionado dos clarísimas entradas sobre Iniesta dentro del área argentina, pero prefirió pasarlas por alto, sino el resultado podría haber sido abultado.
Argentina volvió a carecer de ideas, de conexión entre sus líneas y fue un mero espectador durante 45 minutos, en los que solo pudo acceder con peligro ante Casillas en una sola oportunidad, mediante una habilitación a Dimaría, quien picó el balón sobre el portero español enviándolo sobre el larguero. Demichelis, Gago, Heinze y Ansaldi apelaron a todo tipo de faltas para intentar frenar el alud rojo y rozaron el límite de la sanción en varias entradas duras sobre los delanteros rivales.
El descanso sin dudas que fue usado por Maradona para arengar a sus jugadores, en busca de una recuperación. Messi que casi no había tocado el balón, en una posición flotante por sobre Mascherano y Gago, plena de indefinición y con escasas asociaciones positivas con sus compañeros, mejoró en el complemento. Comenzó a encontrarse con Maxi Rodriguez o con Higuaín en el arranque del complemento y Argentina lució lo más aguerrida que se pueda imaginar en este tipo de encuentros "amistosos". Como si los jugadores hubieran olvidado que en pocos días tienen compromisos por la Champions League con sus clubes, y hayan decidido jugarse el puesto en una selección que deberá mejorar muchísimo en su actitud y en su juego si quiere pelear por algo en Sudáfrica.
España se vió sorprendida y en una mala salida de su defensa, Maxi Rodriguez robó un balón y se internó en el área, donde fue barrido por Albiol. Messi empató de penalty, gritó su gol con furia y Argentina soñó con una remontada que no fue.
Nuevamente se emparejaron las acciones durante los quince minutos posteriores, hasta que los entrenadores decidieron por fin hacer los típicos cambios que se realizan en estos partidos de preparación. Con la salida de Messi y de Maxi, Argentina cedió nuevamente el terreno a Cesc y Mata recién ingresados, y España tuvo el dominio total los últimos quince minutos del encuentro. Por decantación, una jugada muy peligrosa en el área albiceleste terminó con una mano intencional de Demichelis. Xabi Alonso definió con elegancia y España selló un triunfo merecido. Para la anécdota queda que el propio Demichelis desperdiciara una franca oportunidad de gol sobre la hora.
Esta España tiene un estilo definido, tiene a su plantilla establecida, tiene el triunfo en el último europeo como aval y se erige como el candidato más fuerte para Sudáfrica en 2010. En contrapartida, Argentina continúa navegando en un océano de dudas, tiene individualidades que causarían envidia a cualquiera, pero sigue careciendo de estilo, de ideas y una plantilla titular. Sabemos que Messi irá a Sudáfrica, seguramente que Heinze y Mascherano también. El resto es una incógnita, hasta el mismo Maradona.
Existen ya negociaciones para que la Catalunya de Cruyff y la Argentina de Maradona disputen un partido en el Camp Nou para finales de año, posiblemente para el 22 de diciembre o bien para el mes de mayo próximo.
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