Una crítica de Marcelo Espiñeira.
Prácticamente desconocida en Europa, Aimme Mann es una celebridad en EEUU.
Ganado a pulso, el unánime respeto de público y crítica jamás ha nublado la delicada visión que caracteriza a esta espigada rubia de Virginia. Más bien todo lo contrario, el tiempo ha perfeccionado su arte de cocinar verdaderas manzanas embrujadas.
Si sus canciones suelen tener cierto dulzor del pop más inocente, entonces el problema está en el relleno de estos caramelos. Con extremada suavidad, Aimee nos introduce en el ácido mundo de sus historias. Un complejo laberinto de espejos del que cuesta salir ileso, en parte por su abrumadora puntería para descubrir nuestros lados flacos.
Su nueva entrega se titula “Charmer”, voz inglesa que supone algo así como “encantador”. Desglosado en once bellísimas canciones de fuerte personalidad propia, el flamante álbum conserva un hilo conductor explícito desde su misma portada.
“Nadie pone mucho esfuerzo en parecer encantador y adorable a menos que tenga algún objetivo que esté tratando de alcanzar" observa la propia cantautora en una reciente entrevista para la prensa americana.
Las mil y una maneras de presentarnos como seres envidiables ante el resto del mundo, las contradicciones presentes en nuestro entorno más íntimo, lo que queremos y no sabemos bien por qué motivo. Se podría decir que Aimee Mann desarrolla con sabiduría estas cuestiones en su nuevo disco. Fuente que nutre su fina y sensible lírica presentada en luminosos envoltorios de canciones pop.
La cobertura también trae minuciosas fórmulas que integran guitarras rock, sintetizadores de los años `80, aires folk de toda la vida y un tremendo buen gusto para la ensambladura final de todas las piezas. El puzzle se completa a través de la garganta generosa de la autora, una intérprete de primera línea que conoce a la perfección el lenguaje del video clip (como evidencia su graciosísimo “Charmer”). Una artista consistente como pocas, Mann alcanza la madurez en su nueva entrega.
Comentarios
Publicar un comentario