Escribe Marcelo Espiñeira.
El presidente español se ha abonado recientemente al Club de los Mandatarios Viajeros, un selecto grupo al que han adherido prácticamente todos sus antecesores en el cargo, entre los que se cuentan Felipe, JoseMari o ZP. Entrando ya en la segunda mitad de su mandato, Mariano Rajoy no quiere desaprovechar la última oportunidad que le queda para conocer mundo y a esta faena parece abocado. El problema es que cuando viaja, se ve obligado a comparecer ante la prensa y justamente no es este el punto fuerte de su perfil político. Cada vez que contesta leyendo una chuleta de reojo o moviendo de arriba hacia abajo torpemente el brazo derecho, el presidente desmejora su imagen de manera ostensible. Su habilidad para la oratoria es muy pobre. Como si fuera un muñeco articulado por la Troika, Rajoy suele evadir las preguntas complicadas y hundirse en el lodo de la ambigüedad con sus respuestas. Sin embargo, de vez en cuando escupe alguna frase directa desde el subconsciente, ese traidor irreversible que todos llevamos dentro, para arrojar algo de luz sobre la enigmática obra de su gobierno. En Japón, no pudo evitar soltar esta frase: "Tras las reformas recientemente acordadas, los costes laborales unitarios en España se comportan mucho mejor que en otros países de la Unión Europea"… que traducido del japonés sería algo así: "queridos empresarios del mundo, venid y aprovecharos de los bajos salarios de la nueva China del Mediterráneo. Por un buen plato de arroz, conseguiréis fabricar o ensamblar lo que sea en mi bonito país"…
El presidente español se ha abonado recientemente al Club de los Mandatarios Viajeros, un selecto grupo al que han adherido prácticamente todos sus antecesores en el cargo, entre los que se cuentan Felipe, JoseMari o ZP. Entrando ya en la segunda mitad de su mandato, Mariano Rajoy no quiere desaprovechar la última oportunidad que le queda para conocer mundo y a esta faena parece abocado. El problema es que cuando viaja, se ve obligado a comparecer ante la prensa y justamente no es este el punto fuerte de su perfil político. Cada vez que contesta leyendo una chuleta de reojo o moviendo de arriba hacia abajo torpemente el brazo derecho, el presidente desmejora su imagen de manera ostensible. Su habilidad para la oratoria es muy pobre. Como si fuera un muñeco articulado por la Troika, Rajoy suele evadir las preguntas complicadas y hundirse en el lodo de la ambigüedad con sus respuestas. Sin embargo, de vez en cuando escupe alguna frase directa desde el subconsciente, ese traidor irreversible que todos llevamos dentro, para arrojar algo de luz sobre la enigmática obra de su gobierno. En Japón, no pudo evitar soltar esta frase: "Tras las reformas recientemente acordadas, los costes laborales unitarios en España se comportan mucho mejor que en otros países de la Unión Europea"… que traducido del japonés sería algo así: "queridos empresarios del mundo, venid y aprovecharos de los bajos salarios de la nueva China del Mediterráneo. Por un buen plato de arroz, conseguiréis fabricar o ensamblar lo que sea en mi bonito país"…
El más fuerte
Luego de dos años de insuflar polémicas leyes y decretos en el marco laboral, el Partido Popular ha conseguido instalar la Ley del Más Fuerte en el país. Este mismo verano, miles de ciudadanos que estaban en el paro han podido comprobar las condiciones adversas del mercado laboral actual, aún durante aquellos meses en que llovían guiris en cada esquina del barrio. Los puestos de trabajo en el rubro de los servicios y la hostelería quedaron en manos de aquellos que aceptaron las raquíticas pagas ofrecidas. Estamos hablando de hasta 500€ por un mes de faena a tiempo completo. Una miseria, para vivir a un plato de arroz diario.
Si bien la ministra de Empleo y Seguridad Social, Fátima Báñez, publica un informe favorable en la web oficial del ministerio que representa, no debería ser ella misma quien examinara los efectos causados por la aplicación de sus propias políticas. Sorprende que el mismo Banco de España haya insinuado recientemente que la reforma laboral de 2012 sea la evidente responsable de una merma salarial masiva en el país. Pero lo peor del caso es que el presidente de gobierno la presente en el exterior como un éxito de su gestión.
El mensaje a leer es claro. El gobierno en combinación con las élites económicas preponderantes se ha propuesto bajar los costes de producción a base de aplanar los derechos del trabajador a la mínima expresión, entre los que se debe incluir su salario. Temporalidad, negociación desigual, sueldos y pensiones miserables. Con el respeto que debemos a la gran potencia oriental y su milenaria cultura, el objetivo parece sintetizarse en las precarias condiciones de la mano de obra existentes en China. Y esto es lo que ha intentado vender Rajoy en su reciente viaje a Japón, entre otras baratijas…
Al menos, de puertas para afuera, el mensajero neoliberal español ha comenzado a mostrar sus barajas sin eufemismos. Rajoy apuesta decididamente por un deterioro (sin compasión) de nuestro estilo de vida. Se jacta de haberlo conseguido en tiempo record y lo exhibe como un triunfo digno de alguna medalla. Que algún día las recibirá, no nos quede dudas.
Pastiche presupuestario
Sin embargo, el alumno aplicado de la austeridad más rancia, no lo es tanto cuando se trata de ajustar las cuentas entre los de su propia tribu. El reciente proyecto de los Presupuestos de la Nación para 2014 incluye una variación al alza en las pagas del ejército de asesores que aconsejan al presidente en su travesía por el desierto. Este nutrido elenco de 644 asesores puebla (a veces) los despachos de los trece ministerios del gobierno y consume 22,9 millones de euros en concepto de nóminas. Un promedio por asesor de 35.559€ al año, o lo que equivaldría a sueldos de 2.963€ al mes. No está mal, si se comparan con los 500€ que ganaron los camareros el verano pasado.
Eso sí, el pobre Rey recibirá una pelas menos que antes. Verá así reducida su actividad protocolar y probablemente hasta se tropiece menos también.
Pero, los Presupuestos no son para tomarlos a la ligera. Son un verdadero pastiche engendrado para contentar a los tenedores de los títulos de la incontrolable deuda pública externa, a la Comisión Europea, al Banco Europeo, a Angela Merkel, al FMI y también a los poderosos españoles, algunos todavía quedan.
Los recortes presupuestarios han continuado extendiéndose en áreas tan sensibles como la educación, la salud o la seguridad social. Medidas que tan sólo repercutirán en un desgraciado sector de la población que no puede pagar una mutua privada de salud, asistir a colegios privados o que no integra el directorio de una corporación multinacional o de un banco. Que a fin de cuentas, sólo representa al 98% de los residentes en este país. Cifras que consolidan la idea de que la crisis la pagaremos entre todos, los pobres.
Optimismo popular
Igual la crisis ya se acabó (y no nos hemos dado cuenta). Nuevamente para la ministra Fátima Báñez: "estos son los presupuestos de la recuperación y la creación de empleo neto"… para el ministro de Hacienda y Administración, Cristóbal Montoro: "los salarios no están bajando, moderan su crecimiento"… para la ministra de Sanidad, Ana Mato: "por primera vez, estamos avanzando, tenemos un Sistema Nacional de Salud único y cohesionado, con una tarjeta sanitaria para toda España"… para el ministro de Educación, Ignacio Wert: "el presupuesto para las becas de 2014 es el mayor de la Historia"… y así podríamos seguir coleccionando unas cuantas frases triunfalistas emanadas por los protagonistas de un gobierno que ha decidido exhibirse feliz y contento. Ya que para tristezas y amarguras estamos todos los demás.
Entre tanta algarabía, promesas de crecimiento y un futuro venturoso, los Presupuestos Generales fueron presentados por el ministro Montoro a través de la lectura de un código BIDI, es decir que los asistentes en el Congreso pudieron ver en la pantalla de sus Smartphones la película de ciencia ficción española más ambiciosa de los últimos tiempos: "Ya Salimos de la Crisis, oee, oeee, oeee"… ¿Será por este motivo que el mismo Montoro cree que la decadencia del cine español responde al escaso nivel de sus producciones?
Inversión cero
Incógnitas a un lado, las ocurrencias de los ministros no cesan y siempre van en una misma dirección: distraer al personal. "La estabilidad política cotiza al alza en España" o "De estas crisis se sale con menos inversión" han sido algunas de las memorables intervenciones de Montoro en la fiesta de los Presupuestos. Un evento que ha puesto en evidencia la fragilidad o volatilidad de la situación.
El tema central de preocupación ha quedado al descubierto una vez más. Se intenta controlar el imparable endeudamiento con menor inversión. Los Presupuestos dispensan más del 50% del total en pago de intereses de deuda, pensiones y desempleo. Y a este ritmo, la deuda alcanzará el 100% del PIB a escasos meses vista. Un nuevo límite alcanzado que hará saltar las alarmas nuevamente, no solo las locales (si quedara alguna), sino fundamentalmente las del Bundesbank alemán. Su presidente, Jens Weidmann, ha declarado que: "En el largo plazo sería deseable extraer la tarea de supervisión bancaria del Banco Central Europeo y asignarle su propia institución europea independiente". Lo cual significa que Alemania se opone a seguir solventando a las entidades financieras en problemas con la inyección de liquidez que propicia la política de Mario Draghi al frente del BCE. ¿Por qué afecta esta cuestión a España? Pues porque las últimas emisiones de deuda pública han sido absorbidas en su mayor parte por el Banco Santander. Botín está comprando deuda para no dar pérdidas en este escenario deprimido y también para no verse obligado a recapitalizar su banco. Al mismo tiempo continúa con el grifo del crédito cerrado y la sequía en el mercado interno termina agudizándose. El Bundesbank se opone a este circuito y ahora pretende acabar con el trato preferente de la deuda pública en los balances bancarios. Si así sucediera, la banca española precisaría una nueva inyección de capitales que podría rondar los 20.000 millones de euros. Y el Tesoro perdería así a uno de sus mejores compradores de deuda a bajo interés.
El presidente del Bundesbank, Jens Weidmann, no quiere que el BCE continúe inyectando dinero. |
El peso de la crisis
Por contradictorio que resulte, la escasa imagen de sensatez que proyecta el gobierno proviene del ministro de Economía Luis de Guindos, quien mucho más cauto que sus colegas advierte que todavía queda crisis para unos cuantos años más o que la recuperación será lenta y frágil. También ha admitido que el rescate bancario nos ha salido muy caro. Que no nos engañen, que nos digan la verdá...
Como ya hemos dicho, la inversión es la gran ausente en estos Presupuestos, y debemos incluir en este apartado a los proyectos científicos de I+D+i como uno de los grandes afectados. El sector de la investigación científica continuará otro año más con los exiguos fondos de 2013, que son un 30% menor que los de 2009. El único cambio previsto para 2014 se verá en las investigaciones en el campo militar, que incrementarán sus fondos sustancialmente en un 39%.
José María Lasalle, secretario de Cultura. |
En Educación, se ha hablado de una mayor cantidad de becas, pero al mismo tiempo se han endurecido los requisitos para acceder a las mismas. En la práctica podría resultar que muchas de ellas quedaran vacantes. El área cultural sigue tan afectada por la subida del IVA que no albergaba demasiadas esperanzas para los planes de 2014. Al sector del cine se le adeuda 67 millones en concepto de subvenciones adjudicadas en 2011 y 2012, que no fueron pagadas aún. El cine es un enfermo terminal que no goza de la simpatía del hombre que maneja los destinos de la caja chica, y el secretario de Cultura José María Lassalle lo ha resumido en una frase muy elocuente: "Estoy gestionando el peor de los mundos posibles", dijo en su reciente comparecencia en el Congreso.
El proyecto del presidente Rajoy es claro y tajante a la hora de explicar por qué excluye de sus presupuestos a muchos sectores que considera superfluos, poco constructivos y hasta inservibles para el perfil de país que intenta diseñar. No sucede nada parecido cuando se trata de entender por qué se mantienen intactos las 38 Diputaciones provinciales y los numerosos entes y agencias de control que no controlan nada y que gastan sumas realmente voluminosas. Algunas como la de Diputación de Albacete, que gasta 50 millones en personal y tan sólo 8.5 en sufragar servicios. En líneas generales, más de la mitad del gasto de estas instituciones se destinan al pago de personal Los apadrinados por el enchufe continúan guarecidos del temporal, protegidos por la burbuja política, madre de buena parte de los despropósitos en los que hemos caído.
El chef Rajoy sazona la paella ibérica con poca destreza, se le está yendo la mano con el arroz.
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