Escribe Lilian Rosales.
La
Consulta Popular convocada por la MUD (Mesa de la Unidad Democrática) celebrada
a nivel mundial el pasado 16 de Julio por la Comunidad Venezolana ha sido un
éxito que demuestra el inquebrantable deseo de los ciudadanos de regresar al
cauce democrático y recuperar la paz perdida.
Organizada
y convocada en apenas 15 días a nivel mundial, logró alcanzar alrededor de 7.676.894 millones de votos con el 100%
de las actas escrutadas en una demostración de músculo político y capacidad
organizativa de la oposición.
En
España, un total de 91.985 venezolanos acudieron a este llamado de la Asamblea
Nacional Venezolana y la MUD para expresar su voluntad de cambio. Cabe destacar
que en todo el territorio catalán se registraron 15.905 votantes, detrás de
Madrid y Canarias ciudades que encabezaron el registro de votantes en España,
mientras que en Tarragona 748 venezolanos acudieron a las urnas en una jornada
profundamente cívica marcada por la colaboración de todos los implicados,
voluntarios, observadores y votantes, y un clima de profunda esperanza.
Cola de votantes venezolanos en Tarragona ciudad. Foto: Lilian Rosales. |
Fueron 559 ciudades de 101 países en las que se desarrolló el
proceso consultivo, incluidas las principales capitales europeas, así como
ciudades remotas entre las que destaca Arequipa en el Perú, o Maputo en Mozambique. Entretanto en Venezuela
2.300 puntos soberanos (mesas electorales) fueron colocados a lo largo y ancho
de toda la geografía, hasta en aquellas zonas resguardadas por el chavismo
mediante sus grupos armados, en una demostración de músculo democrático. Cabe
señalar que los comicios convocados por la maquinaria del Consejo Nacional
Electoral disponen por lo general de 14.000 centros de votación, aunque la
correlación de fuerzas demuestra en las encuestas que Maduro en la actualidad
ronda tan solo el 20% de aceptación.
En
España, a pesar de las trabas interpuestas en la ciudad Barcelona, la cita se
llevó a cabo en todo el territorio nacional en un ambiente de total normalidad
y rebasó las expectativas de participación. Mientras, en Venezuela, se
consiguió sobreponer cualquier obstáculo para conseguir un memorable clima de
paz a pesar del continuo asecho de los cuerpos paramilitares del estado
(colectivos chavistas) responsables de la muerte de
una mujer, y de tres personas heridas durante la jornada, tras un ataque
sorpresivo con armas de fuego a un centro de votación en el oeste de la capital
venezolana.
A más
de 100 días de fuertes protestas en la calle, la Consulta Popular celebrada
resulta un hecho trascendente que restituye al pueblo venezolano la
titularidad del derecho a la convocatoria, como único garante de poder
constituyente originario. Su resultado supone el reconocimiento por parte de
los ciudadanos de la parcialidad del CNE alejado de sus verdaderas funciones.
Un órgano que ha avalado el fraude constituyente y que había suspendido de
facto el derecho al sufragio cuando decidió no convocar las elecciones
presidenciales que derivaban de un proceso revocatorio, convocado también por
la ciudadanía e ignorado por el gobierno. Un órgano que también impediría
las elecciones regionales de 2016, ahora vencidas, y las municipales, cuyo
período vence este año. En general, el CNE ha evitado todas las elecciones
previstas desde el pasado año hasta ahora en el marco de la Constitución, pero
en cambio ha avalado el fraude constituyente que Nicolás Maduro presentó
con una rapidez nunca antes vista, y
cuyas bases comiciales aceptó con igual
celeridad para convocar dicho proceso.
Mediante
esta Consulta los ciudadanos desconocen y rechazan de forma inequívoca la
Constituyente a la que convoca el gobierno de Maduro; también hacen un llamado
expreso a las Fuerzas Armadas Nacionales a asumir su rol en defensa de los
derechos civiles y de la Constitución de 1999 vigente, y finalmente, ratifican
la legitimidad y representatividad de la Asamblea Nacional, apoyando de esta
manera la instauración de un nuevo gobierno de Unidad Nacional y la
convocatoria a nuevas elecciones, generales y libres.
Como
consecuencia de esta consulta de grandes proporciones y respondiendo al llamado
incuestionable de una inmensa mayoría del pueblo venezolano, la Asamblea
Nacional como vocero legitimado de la voluntad de su pueblo ha asumido este
pasado lunes el establecimiento de las bases para forjar un gobierno de Unidad
Nacional, para la designación de nuevos Magistrados miembros del Tribunal
Supremo de Justicia, y ha decidido convocar a una huelga general para el
próximo jueves como medida de presión ante el llamado a la celebración de la
Constituyente.
La convocatoria a la Consulta Popular y su fundamento
legal
A presar de los
argumentos legales esgrimidos por el gobierno que pretenden deslegitimar la
Consulta Popular recién celebrada, los voceros de la MUD y los miembros de la
AN insistieron, previo a la celebración,
en la explicación profusa de los cuatro artículos de la Constitución Nacional
Bolivariana vigente que les sirvieron de cimiento, a saber:
El art. 5 que establece que la soberanía le
corresponde al pueblo y este la ejerce de manera intransferible. Importante porque es uno de los artículos que está
obviando y violando el presidente Maduro cuando de manera arbitraria ha
decidido convocar él una Constituyente pasando por encima del pueblo, único
actor en el que descansa ese derecho.
El art. 71. Es el que le otorga a la Asamblea Nacional
la potestad de convocar un referendo para consultarle al pueblo en materia de
interés nacional.
El art. 333 Otorga a todos los ciudadanos la orden de
hacer esta consulta necesaria para restituir la vigencia de la constitución e
impedir que sea derogada por acto de fuerza o por un mecanismo distinto a los
previstos en ella.
El art. 350 Es el que permite a los ciudadanos
desconocer a cualquier régimen, legislación o autoridad que viole o menoscabe
los Derechos Humanos y los principios democráticos. Es el de la desobediencia civil.
Partiendo de su
fundamento enteramente legal, recogido en la Carta Magna venezolana, este
proceso representó un ejercicio político de soberanía, un
hecho trascendente enmarcado dentro de la protesta cívica y un acto de
desconocimiento al régimen en el que el pueblo ha sido el protagonista. La
Consulta Popular del 16 de Julio marca un hito en la lucha democrática de los
opositores venezolanos por el rescate de un país sumergido en la miseria, la
violencia y el caos, y sobretodo, envía un claro mensaje de carácter también político
al gobierno y al mundo entero que evidencia la demanda de un cambio por parte
de una inmensa mayoría del pueblo de Venezuela.
La presión Internacional
A
medida que se acerca la designación de los delegados a la Asamblea Nacional
Constituyente por parte del gobierno de Maduro, la comunidad internacional
redobla la presión.
Tras el contundente resultado de la Consulta Popular del
16 de Julio, voceros de Estados Unidos,
México, Puerto Rico, Brasil, Argentina, México, Alemania y la Unión Europea han
instado a Nicolás Maduro a suspender el llamado para la Asamblea Nacional
Constituyente.
En este marco de tensión, la alta
representante de la Unión Europea (UE) para la Política Exterior, Federica
Mogherini durante una rueda de prensa al término del Consejo de Ministros de
Exteriores de la UE, exhortó al presidente de Venezuela, Nicolás Maduro a
“suspender” el proceso mientras advertía que “todas las opciones” estaban
contempladas sobre la mesa, refiriéndose a las sanciones, e indicó que
esperaban del gobierno de Venezuela gestos políticos.
De la misma manera, el
presidente de Estados Unidos, Donald Trump, acaba de renovar su amenaza hoy con
"fuertes y rápidas" sanciones económicas contra Venezuela si el
gobierno de Nicolás Maduro sigue adelante en esta dirección con sus planes.
Mientras en América, el presidente de
Colombia quien tenía previsto un viaje a La Habana para afianzar lazos
comerciales con el gobierno de Cuba, realiza esfuerzos para conminar a Raúl Castro
que interceda con Maduro a fin de desconvocar la Constituyente, según destaca
una información publicada en el diario Finantial Times.
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