El inicio de esta década está marcando el mejor regreso de los héroes de la Movida Madrileña de los años ´80. A la reciente edición del disco de Ariel Rot, ahora sigue la del de Jaime Urrutia (Madrid, 1958).
El que fuera líder de Gabinete Caligari hasta
finales de los noventa, luce en mejor estado que nunca. “Lo que no está escrito” es una impecable muestra de su madurez creativa, un disco de corta duración, tan fresco como clásico en sus formas, un acierto pleno.
Entre café, cigarrillos y algún chupito de Anis El Mono, Jaime me recibe en el centro de Barcelona, cordial y entusiasmado con el material que le tocará defender de ahora en más. Bienvenidos al río...
Entrevista de Marcelo Espiñeira.
Has hecho este disco bien a tu gusto, en todos los aspectos, no es cierto?
JAIME URRUTIA: Efectivamente. Este disco lo iba a producir originalmente Enrique Bunbury. El mismo me lo propuso hace un año y medio atrás. Y yo le dije que encantado. Con él comparto muchas ideas musicales, y hay que reconocer que su nombre puede abrirte muchas puertas, es como una varita mágica. Es muy conocido en América y es el artista de nuestra generación que más ha trascendido fuera de España. Pero, al final no pudo ser porque él tiene mucho lío por ahí. Y decidí tirar para adelante y producírmelo yo mismo con mi teclista Esteban Hirschfeld. El es músico de mis proyectos desde siempre, y me sugirió grabar en los estudios de Circo Perrotti, en Gijón, y usando métodos analógicos, a la antigua. Y ahora estamos encantados de la vida.
Existe una tendencia a recuperar estos métodos antiguos de grabación?
Somos degustadores de rock de toda la vida y ahora hay estudios que están bien equipados como para grabar así. Y hemos grabado en cinta, como lo hacían los Beatles, o los Kings o Elvis. Y si volver a lo antiguo ahora resulta moderno, pues bien… puede ser eso. En Inglaterra se está poniendo de moda volver al vinilo, estamos en 2010 y podemos elegir si grabar a la antigua o a la moderna. Para el tipo de música que hago, (yo llevo bajo, batería, Hammond y guitarras) creo que este tipo de sonido le va muy bien.
Incluso el clavicordio que suena en tu "Tarde" se asemeja bastante al empleado por los Stones en "Ruby Tuesday".
Sí, tiene referencias. A mi me gustan mucho los Rolling de mediados de los ´60, cuando tocaban con Brian Jones. Metían mucho clavicordio, en canciones como "Ruby Tuesday" o "Lady Jane" también. Eso me ha marcado mucho y "Tarde" toma como referencia este tipo de sonido, un tanto medieval incluso.
"Tus problemas" es otro tema guapísimo de tu nuevo disco.
Sí, es un tema que trajo Juan Carlos Sotos, el guitarra de la banda. Tradicionalmente me gusta mucho como compone, tiene muchas reminiscencias de Andrés Calamaro. Es muy fan de Andrés y en todos mis discos siempre metemos un tema suyo. Y todos hemos aprendido de Andrés, no? Tengo mucha influencia de él, cuando vino a España todos nos quedamos aprendiendo del maestro. Es fantástico como canta. Y esta canción es bastante Calamariana y dicho esto con todo mi orgullo.
Qué ha quedado de aquella vieja idea de hacer algo juntos entre Andrés, Bunbury, Loquillo y tú?
La historia empezó cuando saqué mi primer disco en solitario (“Patente de corso”, 2002). La compañía me sugirió grabar algo con ellos, que son buenos amigos. Finalmente se hizo un video clip de la canción "Dónde estás?". Tuvo mucho éxito y la gente comenzó a comentar que ojalá nos reuniéramos los cuatro para una gira. Estuvo a punto de hacerse en 2003, pero Andrés no pudo. El tema se olvidó hasta que el verano pasado Loquillo nos llama a los tres para hacer un clip de "El hombre de negro" de Johnny Cash. El caso es que el video tuvo otra vez mucha repercusión y a partir de ahí se ha vuelto a comentar y ha habido algunas conversaciones entre el Loco y Andrés. Tendríamos que encontrar coincidencias en nuestras agendas, pero si todo va bien, creo que para 2011 o 2012 se podrá hacer algo. La historia de la gira es bonita, a mi me interesa muchísimo. Reconozco que no soy tan mundialmente conocido como ellos, pero yo canto mejor que ellos…(risas).
Bunbury siempre reconoce que admira muchísimo tu destreza como cantante.
Sí, somos amigos, nos respetamos mucho y nos ayudamos. Formamos una pandilla y nos gusta colaborar para sacar adelante el buen rock que aquí se hace.
Este año es uno de grandes discos de rock en castellano, el de Bunbury, el de Ariel, el de Andrés...y ahora el tuyo.
El Loquillo sacó una caja de grandes éxitos a final de año pasado también.
Hay un regreso de este sonido más clásico?
A mí la palabra regreso no me parece la más adecuada, yo nunca me he ido.
Me refería a la alta difusión o a las grandes audiencias.
Ahí puede ser. Es que si nos juntamos los cuatro haciendo una gira, creo que daríamos un toque de atención a un público más amplio, que si sacamos nuestros discos en solitario. En la radiofórmula no interesamos ya. Supongo que si nos juntáramos los cuatro, daríamos más caña.
Coincides en que el rock ha perdido las banderas de la contracultura?
El rock siempre será contracultural, no? Ahora mismo seguro que habrá cien grupos de chavalitos haciendo rock, lo que pasa es que nadie les hace caso. Digamos que la contracultura seguiremos siendo. Yo lo hago desde mi modesta parcela. Creo que el rock sigue siendo ir a contracorriente, es tocar los cojones. Pero, a nivel masivo, aquí ya sabemos lo que gusta. Canciones facilitas, que no den problemas y ya. Diciendo idioteces. En este sentido creo que nosotros estamos comprometidos a dar un poco la barrila. Fíjate en Loquillo que está siempre ahí, tocando los huevos (se ríe), y es un poco una labor, es un poco una forma de ser, una actitud ante la vida y ante la música. Y afortunadamente todavía hay gente que nos hace caso, tampoco quiero entrar en los 40 principales. Ya estuve una vez con Gabinete Caligari… y para qué?
Qué te ha quedado de aquella época con los Gabinete?
Eramos chavales de 20 años, y tuvimos la suerte de estar en el momento justo cuando España dejaba atrás una dictadura. Y comenzamos a hacer algo que pensamos sería el divertimento de uno o dos años y cuando nos dimos cuenta ya éramos profesionales, teníamos que hacer 80 bolos y apenas sabíamos tocar. No sabía manejar un amplificador, apenas sabía lo que había que hacer arriba del escenario. Fuimos aprendiendo con el tiempo. Recuerdo las ganas de hacer cosas que teníamos, había mucha ilusión y también es bonito tener éxito y ganar dinero para poder dejar la casa de tus viejos y comprarte un apartamentito. Y decir… "joder, estoy viviendo de lo que me gusta". Es una maravilla. Y con el tiempo, sigo haciendo lo que me gusta, me considero un afortunado en este sentido. Tengo buenos amigos que me respetan, me quieren, me consideran como artista y como músico, y estoy encantado de la vida.
Igual es una paradoja que tuvieras más público cuando casi ni sabías tocar, que ahora que eres un gran músico hecho y derecho.
Suele pasar, la vida es una contradicción. En aquel tiempo lo disfrutaba mucho, pero apenas sabía de técnica. Ahora mismo, después de haber grabado muchos discos, se lo que es ir al estudio. Y de Gabinete, qué queda? Bueno, quedan sus discos, sus canciones. Yo era el cantante y creo que Gabinete cumplió su ciclo y yo me consideré lo suficientemente autónomo o profesional como para dirigir mi carrera a mi gusto. Suele pasar en muchísimos grupos, donde el compositor suele acabar en solitario también. Con Gabinete estuvimos 18 años juntos, nos fue bastante bien, pero la última época fue un poco decadente. Y me abrí porque noté que no nos divertíamos más juntos. Pasamos muchas experiencias y siempre quedamos apegados a ese éxito tan grande que tuvimos. Parecía que había que repetirlo siempre y ya me apetecía seguir mi carrera.
Y esto de la diversión resulta fundamental para seguir adelante, verdad?
Si, nosotros ya no interesábamos a nadie a finales de los ´90, nos decían que estábamos mayores. Y un día llego al local de ensayo y me encontré con unas caras de tristeza, de pena, de falta de ilusión. Y justamente para hacer algo bonito, hace falta ilusión. Y decidimos que se había acabado.
Por qué has elegido este título para tu nuevo disco?
Me ha parecido un título bonito para la primera canción y para el álbum. "Lo que no está escrito" tiene muchas connotaciones, digamos. Es una frase que se usa para describir algo inmenso, algo grande. "Te quiero lo que no está escrito" me dijo una chica una vez, y me gustó mucho. Y también daba juego con un cuadro de El Hortelano (un artista plástico de la movida) que es mi amigo y que es una mano escribiendo, una imagen que rescata la parte romántica de la escritura. Es una frase que da juego y me gusta esto de sugerir cosas a la gente. Lo que no está escrito es un poco lo que nos queda hacer por la vida. Tiene un punto filosófico que también me parece bien.
Eres de seguir las noticias, de estar atento a los sucesos?
Sí, siempre trato de estar informado de lo que pasa.
Pero siempre manteniéndolo al margen de tu música.
Sí, totalmente. Soy un poco antisocial. No iría a una manifestación a protestar por nada, los de mi generación creo que somos un poco así, un poco punk.
Más individualistas.
Muy individualistas. Es un poco los tiempos que me han tocado vivir. A mi me gustaban mucho los Pistols, los Clash, que venían con mensajes de auxilio, de una juventud inglesa muy pobre que quería ser distinta y dar un grito de auxilio. Estamos en el paro, no nos hace caso nadie, no tenemos un duro, no nos dan cultura, no nos dan escuelas, y lo único que sabemos hacer es tocar mal la guitarra. Y en España asumimos muy bien el punk rock, y me siento muy ligado a ellos. Veníamos de una generación de cantautores unidos contra la dictadura y teníamos que romper un poco eso. Entonces si que sigo las noticias, pero en mis discos hablo de mi mundo interior y no me gusta reflejar lo que pasa fuera.
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