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KIKO VENENO, dice la gente.

Luego de cinco años de silencio, tenemos noticias de Kiko Veneno (Figueres, 1952). Y vaya que la espera no ha sido en vano, todo lo contrario. Su “Dice la gente” es un disco notable, lleno de sorpresas gratas y  una madurez extraordinaria.


Acompañado de los mismos músicos que en sus últimas producciones, este andaluz por adopción, es capaz de conmover, divertir y hacernos bailar al mismo tiempo.


Poético, callejero e ilustrado, Kiko es un artista singular. Alguien que termina de darle la puntada a la mejor música española trabajando en el estudio de un pueblito escarpado del litoral inglés. O que monta un Bollywood en el Raval de Barcelona. Así es Kiko. Un grande.

Una entrevista de Marcelo Espiñeira.

Casualidad o no, que un gran disco tuyo como "Echate un cantecito" se editó en un año de crisis (1992)…

KIKO VENENO: (Interrumpiendo mi pregunta)… Fue un año de crisis el 92?

Pues sí, en España se vivía una fuerte crisis en el ´92. Podríamos relacionar estas crisis con un auge de la creatividad?

Sí, totalmente. Acaba de tener Alex de la Iglesia un premio por su película que trata sobre las dos Españas, particularmente de la España negra. Sin dudas. La riqueza cuando es tan superficial y tan efímera como la que hemos críado estos años, te abotarga, sin dudas. Es una riqueza que no nos hizo avanzar, no coincide con el progreso. No hace crecer ninguno de los elementos positivos de los humanos. Todo lo contrario, parece que haga crecer aquellos que son más superficiales. Todo el mundo quiere dinero para ponerse guapo, para comprarse un coche. La gente que antes era guapa, ahora va disfrazada y operada. La gente que antes gustaba de la música, ahora va "bum, bum, bum". La gente que antes estudiaba latin o griego, ahora no sabe ni hablar español. Con lo cual es imposible que puedan entender vocablos como "hiper", "meta" o "tele", no saben nada de nada. Lo más que saben son cuatro palabras inglesas mal aplicadas. Esto es un empobrecimiento muy grande que nos trajo esta falsa riqueza.
A mi me gusta comer muy bien, pero la riqueza no es esa, la riqueza es otra. Tiene que ser algo más interior, tiene que venir acompañada de cultura, de felicidad, de compañerismo, de querernos más, de llevarnos mejor…eso es la riqueza.

Llevabas cinco años de silencio desde tu "Hombre invisible", por qué tanto tiempo?

Yo hago los discos muy espaciados. Digamos que llevo 33 años de carrera y éste es mi décimo disco original. Intento hacerlos bien, cuando puedo y lo mejor posible. Cuando está cuajada la cosa, sabes?
Entonces, éste lo he hecho en el tiempo que he podido. He intentado hacerlo de una manera, lo he seguido y cuando lo he terminado, he buscado una compañía de discos para que lo comercialice, en este caso la Warner. Ellos se han interesado, la oferta ha sido buena y entonces pa´lante.

Este disco me parece muy delicado, con muchos detallitos guapos …

Está trabajado, le he dado vueltas a las canciones, la edad te da mucha experiencia y lo he buscado mucho. Una vez que nos hemos puesto a trabajar, a tocarlo, salió rápido. Pero, la preparación, encontrar el compás que tiene que llevar, la cadencia que precisa, buscar sonidos exquisitos, sonidos originales, eso lleva un tiempo. Eso es como cuando Guardiola se reúne con sus jugadores antes de salir al campo, es pensar en lo que vas a hacer. Luego sales y juegas el partido. El partido se juega rápido, pero los preparativos físico y mental llevan su tiempo y ahí está la jugada.

Estas canciones ya tienen al menos un año, no?

Más... "La rama de Barcelona" es una canción del disco anterior que no supimos cuajar en aquella época, ni pegaba, ni cuadraba en aquel disco. "La chispa" es muy reciente. "Campeones de la suerte" viene también del disco anterior. "El duende" también viene de aquella época, no sabíamos darle su forma completa. "Dice la gente" es la primera canción que hice de esta nueva hornada de canciones y el estilo africano con el que abre, luego contamina todo el disco. "Parado en el cable" es una versión de un tema de Leonard Cohen, que ya hacíamos hace cinco años atrás. "Cuando caiga la noche" es una variante final de una canción en la cual llevo trabajando unos diez años.



En cuanto al toque africano, se percibe el aroma del blues de este continente.

Sí, mi gran ídolo es Ali Farka Toure. La música de Mali, el blues africano ha sido mi gran inspiración para la canción "Dice la gente" y a partir de ahí cojí un poco de ánimo y terminé contaminando de este estilo a las demás canciones del álbum. Es la canción que me abrió un poco el camino de este estilo africano. Algo que me dió muchísima confianza y alegría.



Mirando hacia atrás, Podemos considerar a "La leyenda del tiempo" de Camarón, bastante responsable de esta mezcla de flamenco y rock que oímos hoy día.
No se, tampoco hay tantos discos en esa línea. No me atrevería a decirlo así. Creo que es un disco que está un poco sobrevaluado. Lo realmente rompedor de Camarón, fue su trabajo previo con Paco de Lucía. Esa fue la gran renovación del flamenco. "La leyenda del tiempo" sí que fue espectacular por su ropaje, por sus accesorios. Tenía batería, tenía teclados, pero eso no hace la música… la hace la esencia. Entonces ahí no hay nada original, nada más que el ropaje. La gran revolución del flamenco ya la había hecho el mismo Camarón con Paco de Lucía, algo más esencial. Y mi música viene más de "Veneno", y no tanto de Camarón. Más influenciada por el blues, por el pop, por otro tipo de pulsación. Una búsqueda que hacemos con los hermanos Amador en el 77. Aquello conecta mucho más con mi música actual. Soy un gran admirador del flamenco, conocedor si quieres también, pero aunque a veces puedo tocar algún palo, no es el flamenco lo que yo hago. Lo mío es música popular más relacionada con el pop internacional, con el blues y también con algo del flamenco, como la rumba catalana. El flamenco es de por sí un género muy especial, y a veces llamamos flamenco a otras cosas. En realidad lo mío entra dentro de la música popular andaluza, la cual está bastante contaminada de flamenco. Lo de cantar con acento andaluz te hace parecer flamenco también. Pero hay muy poco de formas flamencas en mis discos. "Volando voy" es lo menos flamenco que cantó Camarón. El cantó poquísimas rumbas en su vida, una para una película y ésta.



Cómo es la historia de aquella canción? Cómo dio Camarón con tu rumba?

Era una canción de “Veneno”. La habíamos hecho y no la habíamos grabado, porque la compuse justo después de grabar nuestro disco con los Amador. Y a Camarón le gustó. El me había llamado para que compusiera canciones para él, ya que estaba haciendo su primer disco sin Paco de Lucía. Además de ser un grandísimo flamenco, él tenía su faceta investigadora, era muy valiente y muy comprometido con su tiempo, era muy moderno y le gustó hacer esta rumba experimental. Le gustó la simplicidad del mensaje, y esta música que era más bien cubana. Y se ha convertido en una canción super popular.

Oí una historia tuya sobre un concierto benéfico que debías dar. Dicen que aquel día te sentías realmente mal y que estuviste a punto de suspender tu actuación. Pero que luego te recuperaste tocando. Cómo es ese poder curativo de la música?
Sí, tenía una descompostura intestinal muy fuerte, me sentía fatal. Y me vi muy comprometido, es que no podía, no tenía fuerzas. Pero poco a poco, pude beber algo, comencé a sentirme un poco mejor y lo pude hacer. Fue un concierto muy bonito. Cuando tienes que luchar tanto, normalmente las cosas salen bien.

La música cura, y también puede matar… y últimamente está difícil…

La música puede matar de hambre. Pero no sólo la música, la cultura, el cine, todo, todo. Igual no nos olvidemos que el arte es una metáfora de la vida, la que está difícil es la vida. Que comprendamos los mecanismos de la vida, los mecanismos básicos del comer, del beber, de vivir en sociedad, de repartir el poder que tenemos y ser felices. Eso es lo que está complejo. Eso es lo que nos preocupa. Necesitamos comenzar a trabajar en otra dirección de la que veníamos. En esta dirección no nos acercamos a resolver los problemas, nos alejamos. Vamos sin orden, ni control, a merced de los problemas. Estamos a merced de los problemas que nosotros mismos creamos. No veo que estemos en dirección de gobernar nuestros problemas, de poder satisfacer nuestras ansias, y de poder asentar una vida que sea de unión y de felicidad, de llevarnos bien y de disfrutar de esta tierra y de lo que tenemos. Es algo que no contemplamos, seguimos en esto de: “mira pa´lante, vota, paga los impuestos”, y seguimos sin saber.

Trabajas con Joe Dworniak desde hace tiempo.
Joe es la persona que me ha permitido vivir de la música desde hace tiempo. El fue el productor de "Echate un cantecito" (1992) y de los tres discos siguientes. He aprendido de él todos los procedimientos en un estudio. Con diecisiete años dejó la escuela y se metió en los estudios a trabajar. Fue aprendiendo a sonorizar y con diecinueve discos ya estaba produciendo discos. Tiene una técnica muy simple, muy orgánica, sabe como ubicar los micros, y sobre todo sabe cómo hacer sonar bien al instrumento. Un estudio debe ser un sitio donde uno no tiene que ir a resolver problemas técnicos, la máquina no nos puede dominar a nosotros. En un estudio, por definición, no hay problemas técnicos que resolver. Ya están resueltos cuando se construyó. Y todas estas verdades de perogrullo, aquí en España no se entienden. Los sonidos se pueden tratar, pero no se deben transformar o castigar el oído con ellos. No se pueden comprimir hasta la exageración como se está haciendo hoy en Madrid. Los sonidos tienen que ser naturales y los instrumentos tienen que sonar bonitos. Y eso no te lo da ninguna máquina, solo te lo dan los oídos. Con Joe he conseguido hacer sonar mi música como nunca había podido en mi país. El es un inglés que no sabía nada de flamenco y sin embargo lo ha conseguido. En este tema, los ingleses nos llevan mucha ventaja.

Te veo muy feliz con el disco.
Sí, ya estaba contento cuando lo hice, y ahora viendo las reacciones que genera, me refuerza esta idea. Me confirma que no estaba equivocado. Es una alegría doble, porque nosotros podemos pretender hacer cosas muy bonitas, pero si no llegan a la gente… pues nuestro esfuerzo fue baldío.







 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Kiko Veneno - Dice la gente
Desde el primer acorde de “La chispa” uno queda fascinado por este nuevo trabajo del gran Kiko. La aportación eléctrica de Raul Rodriguez ensamblando de maravillas con el toque andaluz de Kiko, en una canción que tiene un golpe tremendo. Enseguida nos sacude la cadencia africana de “Cadena de oro”, el nuevo gran ingrediente que asoma a la cocina de Kiko en esta etapa. Ferviente seguidor del blues de Ali Farka Toure, ha dejado que se filtre su influencia en tres o cuatro piezas del disco, como “Dice la gente”, “La rama de Barcelona” o “El duende”. Pero hay más curiosidades. “Campeones de la suerte” es una canción pop rock construída sobre una guitarra rítmica tocada casi en el estilo de Johnny Marr (The Smiths), con una preciosa letra que se ríe bastante del tono improvisado del ser nacional. “Pájaro en el cable” rescata una canción del repertorio de Leonard Cohen que ha adaptado y que ha llevado al terreno andaluz. Un lugar que aborda a pleno en “Andalucía”, oda a la tierra donde vive y se ha críado. El último bloque del disco es el más interesante. Comenzando con el último experimento africano y el más logrado: la bellísima “Totupan” que incluye un piano bonito y un final flamenco muy acertado. “Cuando caiga la noche” es el momento más poético, una canción romántica muy hermosa, con imágenes muy sugerentes y un toque precioso. De su costado más macarra y sus colaboraciones con Los Delinquentes y Muchachito, nos viene “El mosquito suicida” con juegos de palabras viciosos. Y para cerrar un disco realmente fantástico, nos queda la más rockera “Agua del grifo”, un himno de colegas, con un ritmo contagioso y un estribillo estupendo. Acierto absoluto de Kiko.

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