Una crítica de
Lilian Rosales de Canals.
Tal vez la manera más adecuada de escribir esta reseña sea desde las vísceras. La lectura de este libro mantendrá al lector entretenido tres o cuatro días, pero además le paseará entre la alegría y la tristeza con tanta facilidad como un pasar de página. Curiosamente es un relato que resulta dicotómicamente dramático y optimista.
Desde las primeras páginas Mark Oliver Everett, el llamado 'Kurt Vonnegut' del rock independiente, líder y cerebro de la banda The Eels, nos advierte que ha sido extremadamente cauteloso a la hora de escribirlo: "Esta no es la historia de un famoso. Es solo la historia de un tipo que en ocasiones estuvo en situaciones similares a las de alguien famoso. Hay como un gran ego, una cosa que dice 'YO SOY MUY IMPORTANTE', inherente al hecho de escribir este libro, que me pone incómodo. Pero no lo haría si no pensara que se trata de una historia peculiar".
Y tenía mucha razón. No se trata de un relato de excesos, de clásicos tópicos asociados a la vida de una estrella del rock: drogas y sexo a mogollón. Y aunque no hay duda de que la vida de Everett es una historia francamente fuera de lo común, el autor ha tenido la gentileza de desvelarla sin prejuicios y desnudarse completamente frente al lector para contarla de forma amena, interesante y cruda. Irónico y sin fisuras, el relato muestra detalles esenciales de su mundo interior y afectivo, hasta convertirlo en un testimonio altamente conmovedor: "... me encontré con el cuerpo de papá, muerto, tirado ahí (...) Fue raro tocarlo. Fue la primera vez que tuvimos contacto físico, al menos que yo pudiera recordar...".
Con el cadáver del padre se inicia en la vida de su autor un ciclo de desgracias que culmina en una inesperada y preciosa autobiografía musical, ya que Everett, en lugar de lanzarse al precipicio ha hecho música y contado entre estas líneas su fórmula para sobrevivir.
Para los amantes de la banda The Eels, seguramente “Cosas que los nietos deberían saber” ya forma parte de sus libros de cabecera. Para los que no, será una aventura aleccionadora de cómo convertir las miserias en una oportunidad.
El suicidio de su hermana, la muerte de su madre por un cáncer fulminante y la de su prima Jennifer, aeromoza del vuelo que se estrelló el 11 de septiembre de 2001 contra el Pentágono, son solo algunos de los episodios que crean en el lector crispación y compasión. Sin embargo, mientras parecía que los hechos conducirían a Mark Oliver Everett inevitablemente hacia una sucesión de desgracias interminables, éste fue capaz de redimirse a través de la música. Su exitosa trayectoria musical convierte a esta autobiografía en apología al esfuerzo, al interpretar su autor cada tragedia como recurso para aprender, crear y fortalecer sueños y proyectos: The Eels, se ha convertido en una de las bandas alternativas más destacadas de la actualidad, celebrada por músicos igualmente atípicos como Tom Waits y Van Morrison.
Un libro tan raro y precioso a la vez, manual de supervivencia extremo en el recorrido musical por la carrera de uno de los creadores más interesantes de los años noventa. En palabras de Pete Townshend (líder del mítico grupo The Who) también es uno de los "mejores libros escritos por un artista".
No en vano, el escritor argentino Rodrigo Fresán en el prólogo se refiere a su música de la siguiente manera: "(…) produce un raro optimismo iluminador que, seguro, habría hecho las delicias de Seymour Glass si éste no se hubiera suicidado. (...) Y, sí, todas y cada una de las canciones de Eels piensan en una sola cosa: estamos aquí, no fue fácil, nunca va a ser fácil, y falta menos para el final. Vitales canciones desde este lado del túnel."
Pero, sepamos un poco más sobre el autor. Conocido como Mr. E, Mark Oliver Everett nació en Virginia en 1963. Hijo del célebre físico cuántico Hugh Everett III, creador de la teoría de los universos paralelos, Mark siempre fue un pésimo estudiante y en su intento por realizar estudios universitarios, derivó en obsesivos ensayos secretos en el cuarto del piano de la Universidad de Richmond. En 1987 dejó su Virginia natal y se mudó a Los Ángeles para dedicarse de lleno a la música.
En 1992 editó su primer disco como solista: A man called E, que fue seguido de Broken Toy Shop en 1993. En 1996 debuta con la banda Eels, proyecto musical creado y dirigido por el propio Everett. El mismo año lanza Beautiful Freak, un disco fuertemente influenciado por el grunge y el hip hop que consigue una muy buena aceptación a nivel internacional y en 1998 gana la nominación Best International Breakthrough Act de los Premios BRIT.
Seguidamente otras producciones musicales engrosarán su reconocimiento: Electro-Shock Blues, Daisies of the Galaxy, Souljacker, Shootenanny!, Blinking Lights and Other Revelations, Hombre Lobo, End Times y Tomorrow Morning, su disco más reciente, lanzado en agosto de 2010.
Actualmente Mr. E se ha convertido en uno de los artistas más sólidos de la escena musical indie de Estados Unidos y Europa, no tiene hijos y vive con su perro Bobby Jr., en California.
Everett se presentará con su grupo The Eels este verano en España. Y lo hará por partida doble: en el Azkena Rock Festival de Vitoria (23 de junio) y en el nuevo Festival Dcode de Madrid (24 de junio).
“Cosas que los nietos deberían saber”
fue publicado en noviembre de 2009 por Blackie Books.
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