Escribe Marcelo Espiñeira.
Si se cumplieran los planes previstos, en un año se abrirá el mayor centro mundial dedicado a la clonación masiva de animales en la provincia china de Tianjing. El proyecto incluye a la empresa biotecnológica local Boyalife Group y a la surcoreana Sooam Biotech, la misma que se viera envuelta en un escandaloso experimento en 2005 cuando anunciara que clonarían embriones humanos para utilizar sus células madre. Un plan que fuera finalmente abortado ante la censura recibida por el resto de la comunidad científica y ciertos gobiernos poderosos, como el norteamericano. Aunque esta vez y para intentar tranquilizar a la opinión pública, Xu Xiaochun (director ejecutivo de Boyalife) hiciera el anuncio ante la prensa en Shangai. Para Xu "la clonación está entre nosotros desde hace años, salvo que no la vemos" y enseguida se refirió a "las bananas y las fresas clonadas que se venden en muchos supermercados chinos". Según este mismo ejecutivo, la clonación de animales de granja no debería alarmarnos en lo más mínimo porque solo nos reportaría ventajas en un futuro cercano. "Además puedo decirles que un bistec de carne clonada es mucho más sabroso" añadió finalmente.
Tanto entusiasmo por parte de los dueños del proyecto que costaría 460 millones de euros en su etapa inicial, contrasta bastante con la opinión de muchos internautas que pedían que sirvieran esos sabrosos bistecs de carne clonada a los jerarcas del Partido Comunista antes que a ellos. No habría que olvidar que en China se han descubierto importantes problemas de seguridad alimentaria en los últimos años. La venta de leche infantil contaminada con melamina (en 2008) o la utilización de aceite de cocina reciclado en la elaboración de antibióticos (2011) figuran entre los casos más sonados que han disparado un lógico escepticismo entre los consumidores.
Si se cumplieran los planes previstos, en un año se abrirá el mayor centro mundial dedicado a la clonación masiva de animales en la provincia china de Tianjing. El proyecto incluye a la empresa biotecnológica local Boyalife Group y a la surcoreana Sooam Biotech, la misma que se viera envuelta en un escandaloso experimento en 2005 cuando anunciara que clonarían embriones humanos para utilizar sus células madre. Un plan que fuera finalmente abortado ante la censura recibida por el resto de la comunidad científica y ciertos gobiernos poderosos, como el norteamericano. Aunque esta vez y para intentar tranquilizar a la opinión pública, Xu Xiaochun (director ejecutivo de Boyalife) hiciera el anuncio ante la prensa en Shangai. Para Xu "la clonación está entre nosotros desde hace años, salvo que no la vemos" y enseguida se refirió a "las bananas y las fresas clonadas que se venden en muchos supermercados chinos". Según este mismo ejecutivo, la clonación de animales de granja no debería alarmarnos en lo más mínimo porque solo nos reportaría ventajas en un futuro cercano. "Además puedo decirles que un bistec de carne clonada es mucho más sabroso" añadió finalmente.
Tanto entusiasmo por parte de los dueños del proyecto que costaría 460 millones de euros en su etapa inicial, contrasta bastante con la opinión de muchos internautas que pedían que sirvieran esos sabrosos bistecs de carne clonada a los jerarcas del Partido Comunista antes que a ellos. No habría que olvidar que en China se han descubierto importantes problemas de seguridad alimentaria en los últimos años. La venta de leche infantil contaminada con melamina (en 2008) o la utilización de aceite de cocina reciclado en la elaboración de antibióticos (2011) figuran entre los casos más sonados que han disparado un lógico escepticismo entre los consumidores.
Pronto nos veremos rodeados por
animales con genes editados
Desde 1996, cuando fuera anunciada la exitosa clonación de la oveja Dolly en Escocia, los científicos no han dejado de experimentar en laboratorio con la creación de animales de diseño. La enorme demanda alimenticia del pueblo chino pareciera justificar ahora su ejecución a escala industrial. Ante tal posibilidad, el Parlamento europeo ha vetado el posible consumo de animales clonados y sus productos dentro de la UE. Sin embargo, no sucede lo mismo en EEUU y China, donde esta solución tiene muchos defensores como también detractores. Terneros a los que no le crecen los cuernos y evitan ser descornados interesan a muchos productores. Lo mismo que los pollos de contextura abundante o los cerdos resistentes a diversas enfermedades. Según Bruce Whitelaw, profesor de biotecnología animal en la Universidad de Edimburgo: "Pronto nos veremos rodeados por un nuevo flujo de animales con genes editados porque es un proceso que ya nos resulta muy sencillo de realizar. La cuestión cambiará de ¿se podría hacer tal cosa? a ¿tendremos el año que viene esto otro?".
Los ganaderos han rastreado durante siglos las especies con los rasgos ideales y las han combinado a la antigua usanza, con el apareamiento selectivo. Ahora, el avance en la manipulación del ADN podría reemplazar a estos procesos tradicionales y conseguir vacas resistentes a las enfermedades que produzcan mucha más leche, igual que ha sucedido con los salmones de rápido crecimiento, el primer animal modificado genéticamente en laboratorio que el gobierno federal estadounidense ha aprobado para el consumo humano.
Un ejemplar de salmón de rápido crecimiento junto a otro más pequeño sin edición genética. |
El mes pasado, otro grupo de científicos norteamericanos anunció que había conseguido editar una especie de mosquito inmune al parásito de la malaria. Las técnicas se han sofisticado y la facilidad a la que hacía referencia el escocés Whitelaw plantea nuevos retos más relacionados con los límites de la ética científica que con los avances tecnológicos propiamente dichos.
Sin embargo, retomando el proyecto chino de clonación industrial, muchos analistas se preguntan aún sobre la viabilidad económica del mismo. Zhu Yi, profesor asociado en la Universidad Agrícola de China, dijo que la tecnología de clonación podría ayudar a China a reducir su dependencia de las importaciones de ganado para satisfacer la creciente demanda interna de carne vacuna. Pero advirtió que a largo plazo esta no sería la mejor solución. Ma Wenfeng, analista de Beijing Orient Agribusiness Consultant, planteó más dudas sobre el tema: "creo que la tecnología clon se puede utilizar para las especies en peligro de extinción, pero no es muy necesaria para la cría de animales. No creo que esto vaya a ser muy económico, y dudo que este modelo vaya a despegar en el corto plazo" dijo consultado al respecto.
Científicos de Boyalife Group con ejemplares de perros clonados. |
Para el director de Boyalife esta visión es totalmente errónea. Xu Xiaochun cree que la clonación ayudará a mejorar la producción ganadera china y que esta tecnología conseguirá que los animales se superen en calidad. Lo único que espera es obtener la luz verde del gobierno para avanzar en su nueva cruzada: "esta es la única manera que permitirá a los chinos y muchas otras personas en el mundo disfrutar de carne vacuna de alta calidad de una manera eficiente".
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