Escribe Marcelo Espiñeira. Queda la sensación de que Zidane se quedó con la postal del Barça de agosto, recién tocado por la marcha de Neymar, sin recambios y en plena pretemporada. En aquellos partidos lució Asensio y con su brillo más el de Isco le alcanzó y le sobró al francés para machacar al Barça recién estrenado de Valverde. Cuatro meses después, el Barça es el equipo más sólido de la Liga, ganó su grupo en Champions y domina a sus rivales en la Copa. El extremeño supo ampliar la plantilla, cuenta con entre 15 y 17 jugadores constantemente, los tiene a todos tensos y enfocados, y los alterna según las exigencias del rival. Este Barça sabe picar piedra, esperar ordenadamente, presionar muy alto, atacar en estático y a la contra. Cuenta con opciones goleadores al crack, y ha sabido encontrar recambios para los lesionados (Dembelé, Rafinha, Umtiti) o los que todavía no han encajado (Deulofeu). Valverde transmite calma y el sereno despliegue del Barça en el campo da sus frut