Escribe Marcelo Espiñeira.
Ilustración: Gambetta @abstractsaturdaynight
En la carrera de un músico puede haber momentos de cierta magia. Un concierto inspirado, la composición de cierta canción, o como en el caso de Marisa Monte, Carlinhos Brown y Arnaldo Antunes, el registro de trece bellísimas piezas en tan solo trece días de estudio.
Una crucial grabación, realizada en abril de 2002 en Rio de Janeiro, para luego ser editada bajo el título de Tribalistas. Previamente, en marzo de 2001, los tres músicos habían decidido reunirse en Salvador de Bahía para ver qué podían componer juntos. De aquellas sesiones íntimas en casa de Brown salieron veinte canciones nuevas, y de la criba posterior quedaron las trece elegidas.
El impacto en la audiencia de esta sorpresiva edición fue inmediato, en Brasil arrasaron en ventas, superando ampliamente el millón de copias. En Europa completaron el festín, alcanzando los 2,1 millones. Pero, semejante repercusión no fue nunca correspondida con una lógica y esperable gira presentación porque la agenda personal de los tres compositores no lo permitía, o directamente porque ninguno de ellos había participado del proyecto con esta intención. En el estilo de los últimos Beatles, los Tribalistas eligieron no presentar en directo sus magníficas canciones.
El juego secreto entre los tres y su público se mantuvo todos estos años, con encuentros sorpresivos en las giras individuales de los tres músicos, o alguna nueva grabación, como sucediera en 2013 con el tema Joga arroz en apoyo del matrimonio homosexual.
Finalmente, en 2016, los tres volvieron a juntarse para componer en Salvador, y fruto de aquellas nuevas sesiones, ya en marzo de 2017 grabaron el segundo álbum. Cuatro de las diez nuevas canciones fueron presentadas en directo a través de Facebook el 10 de agosto de 2017, y dos semanas después pudieron oirse en las plataformas de streaming.
La nueva producción sigue la línea artística de la primera, con un sonido orgánico, una confluencia perfecta de tres voces complementarias, y una apertura estética de amplio espectro. La ineludible raíz del pródigo folklore brasileño se fusiona con influencias orientales o de la música anglosajona que rige nuestros tiempos. La obra del trío puede ser considerada como pop internacional, de factura artesanal, con un respeto supremo por el espíritu colectivo de tres amigos que se reúnen antes que nada por el placer de componer en buena compañía. Esta vibración se percibe de inmediato como gran atractivo. Se podría afirmar que Tribalistas condensa con suma elegancia el color intenso de Brasil.
Esta vez, el proyecto ha incluído la razonable decisión de presentar las canciones en directo. La gira anunciada en marzo de este año, tuvo un inicio triunfal el 28 de julio en la Arena Fonte Nova de Salvador. Diez conciertos multitudinarios en tierras brasileras anteceden la gira europea que este 28 de octubre aterrizará en el Auditori del Forum para ofrecer su primer show en Barcelona. Los conciertos de Lisboa, Porto, Madrid, Santiago de Compostela, Hamburgo, Basilea, Londres, Bruselas, Milan y Roma completan el esperado tour.
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