Ir al contenido principal

CIRC RALUY, tradición centenaria.

Carles Raluy, el dueño del circo.

Crítica de Marcelo Espiñeira.


Hace cien años nacía Lluís Raluy Iglesias, un “saltimbanqui” de familia catalana-aragonesa que acabó fundando un circo que hoy continúa rodando por el mundo. 


El Circ Raluy es ahora uno de los últimos circos tradicionales que goza de buena salud. 


Recientemente arribado de una larga gira de tres meses por el Indico, más precisamente en el archipiélago de las Islas Reunión, el Raluy ha vuelto a instalar su centenaria tienda en el Moll de la Fusta del puerto de Barcelona. Probablemente, el sitio más parecido a un hogar que conozca esta familia tan particular.


El hijo de don Lluís, Carles Raluy, es el dueño actual de esta peculiar compañía, una de las mayores y más respetadas de Europa. Y a sus ochenta años conoce bien las diferencias entre su espectáculo y aquellos del estilo que se impuso en la televisión de la mano de Gaby, Fofo y Miliki en los años sesenta, o del sofisticado y más actual Circ du Soleil de origen canadiense.



Foto de familia del Circ Raluy.
El Raluy no se parece en casi nada a estos otros formatos. Comenzando por su estructura básica. Una tienda pequeña pero confortable, con butacas de estilo antiguo,  de madera tallada y pintadas con extrema delicadeza. Sentarse allí nos da la placentera sensación de estar viajando en el tiempo. Tanto como los carruajes que alojan a los miembros de este combo (algunos datan del año 1910), verdaderas joyas conservadas con esmerado cariño. Ni bien entrar al predio, uno puede perder un buen rato admirando este museo del ocio bien entendido.



Carles gusta aclarar que el público del circo no estaba integrado sólo por niños en los inicios de esta actividad. Más bien todo lo contrario. Y justamente aquí señala la influencia de los circos de la televisión, que en su entender trastocaron la tradición, convirtiendo este rubro en un festival de payasos demasiado histriónicos para su gusto. Algo que el Circ Raluy se cuida bastante de no repetir, buscando un equilibrio entre los números que impactaran a los más peques y los que serán más admirados por sus padres. En cualquier caso, un espectáculo a la medida de cualquier familia.


Sandro Roque, integrante del Circ Raluy.


Los artistas que integran el Raluy, gozan de una gran independencia en cuanto al desarrollo de sus talentos. Y esto lo confirma Sandro Roque, un payaso al viejo estilo que no se ve atraído por el modelo del Circ du Soleil: “un espacio impersonal, que sacrifica la identidad de los artistas en pos de la del circo” en sus propias palabras. “Aquí me siento muy respetado, y todos me conocen por lo que hago, sin necesidad de sacrificar mi individualidad artística”, completa Roque.






El nuevo espectáculo se denomina “El saltimbanqui” y ya se está presentando desde fines de diciembre pasado en el puerto de Barcelona, incluyendo actuaciones deslumbrantes como la del malabarista portugués Rogerio Gonçalves, que ofrece un número muy especial de equilibrio con raquetas de tenis. También destacan la adiestradora Aurore Vaicle y su pony, o la equilibrista Eonys y su sensual interpretación a ritmo de tango. 



El Circ Raluy es una experiencia diferente, alejada de la ostentación, que se aprecia en un sitio pequeño y acojedor, como extraído en el tiempo. Un lugar donde todo sucede a otro ritmo, más pausado, muy relajado. Curiosamente, hasta posee un carruaje que admite hospedaje a turistas. Llamativo servicio que brinda la posibilidad de vivir unos días con la familia Raluy, asistir a la trastienda, o disfrutar de cualquier platea de la tienda en el momento de las funciones. Un hotel muy especial.


Tan especial como don Lluís, un chaval de 20 años que dejó todo, familia y empleo, en Sant Adriá de Besos, para viajar mezclado entre los circos europeos de entreguerras. Una experiencia que debió suspender cuando estalló la guerra civil en España, y que retomó una vez acabada la siniestra contienda. Llegando a crear su propio circo en los años ´70, el mismo que hoy mantiene su tradición intacta y preservada para el estimable público.


Comentarios

Entradas populares de este blog

CARCEL O INFIERNO. Los lúgubres penales venezolanos.

Escribe Lilian Rosales de Canals. Los ritmos se hacen cómplices junto a la jerga carcelaria de negociaciones, emboscadas y venganzas. Códigos de honor rotundamente desconocidos reinan entre  pasiones humanas, el ser humano se abandona a las inclinaciones de su vida afectiva. Todo esto y un poco más queda expuesto en el minucioso trabajo de animación de Luidig Ochoa , un joven ilustrador venezolano que tras las rejas experimentó la intensidad de las cárceles de aquel país y cuyo innato talento para el dibujo le ha bastado para armar la serie de animación Cárcel o Infierno que dispone de 11 capítulos en YouTube . Su apego a la realidad aunado a la excelente estética que consigue, le ha valido para sumar más de un millón de visitas. Su usuario en Twitter @luidigalfo cuenta con más de 36.500 seguidores. Pero la intención de Ochoa , lejos de hacer apología del delito, es la de mostrar lo extremo de aquella bizarra experiencia tanto para los presos como para sus familiares, mien...

MAFIA EN CATALUNYA. Se consolida la Camorra italiana en el país

El profesor de Historia Contemporánea de la Universidad de Palermo,   Giuseppe Carlo Marino , se refirió en su libro “Historia de la Mafia” (2002) a esta organización delictiva como “un poder en las sombras" , no sin razón, y citó las palabras de un párroco del lugar: "El siciliano siempre ha sentido al Estado como un extraño que no interviene para hacer justicia contra la afrenta recibida" . Este testimonio explica cómo se convierte il capo en la persona capaz de hacer justicia rápida y efectiva, bajo la premisa de que la familia es sagrada y el único lugar seguro. Este precepto ha favorecido una moral de la resignación, la obediencia y la complicidad. Y una única ley basada en el silencio: la omertà. 

MIGUEL ANGEL SOLA - BLANCA OTEIZA, el placer de volver a verlos.

Altas dósis de complicidad y sensibilidad unen a esta entrañable pareja sobre y fuera de los escenarios. Durante diez largos años pasearon su maravillosa “El diario de Adán y Eva” por teatros europeos y americanos, cosechando un éxito de público realmente impresionante. Más de un millón y medio de espectadores. Más de tres años después, los actores y productores Miguel Angel Solá y Blanca Oteyza regresan de la mano de una obra escrita por el célebre dramaturgo de Quebec, Michel Tremblay. La adaptación de “Por el placer de volver a verla”  que han hecho junto a Manuel González Gil ya conmueve a una nueva generación de asistentes. Los mensajes que deja la gente en los foros de internet son absolutamente conmovedores.