Una crítica de Marcelo Espiñeira.
Precedido por un inusual éxito de taquilla en Argentina, donde está a punto de alcanzar los 3 millones de espectadores tras 7 semanas de exposición en las salas, Relatos Salvajes es el nuevo film de Damián Szifrón que será estrenado el próximo 17 de octubre en España.
Director con antecedentes notorios en el ámbito de la televisión de su país, ha dirigido la popular serie Los Simuladores, y también dos interesantes largometrajes: El fondo del mar (2003) y Tiempo de valientes (2005). Este último tuvo exhibición en el circuito local y se llevó un premio en el Festival de Málaga 2005. No obstante estos buenos antecedentes artísticos, el autor argentino aún es practicamente un desconocido para el gran público europeo. Anonimato que ha comenzado a perder tras su buen paso por el certamen de Cannes en mayo pasado.
Más allá de la excepcional calidad de Relatos Salvajes, que en la crítica es necesario retratar sin desvelar en exceso aquellos detalles sutiles que harían añicos las sorpresas que garantizan el fuerte impacto de esta historia en la audiencia, resulta notable la calidad del elenco actoral reunido para esta producción en la que también ha participado El Deseo de Pedro Almodovar.
Comenzaremos por nombrar a los más conocidos para el público local. El preferido de la mayoría es seguramente Ricardo Darín, el actor de 9 Reinas y El secreto de sus ojos protagoniza uno de los seis relatos cortos que integran el film. Darín es el ciudadano que sufre las desgracias del sistema burocrático. Darío Grandinetti (El lado oscuro del corazón, Hable con ella) es el crítico de música clásica atrapado en una peculiar situación a bordo de un avión. Leonardo Sbaraglia (Cenizas del paraíso, Red lights) es el conductor poco afortunado en el medio de una carretera perdida. Oscar Martinez (La tregua, El nido vacío) es el padre de una familia acomodada que se ve envuelto en una situación límite a través de su hijo. Erica Rivas (Por tu culpa) es la novia que sospecha de la fidelidad de su prometido en plena fiesta de casamiento.Todos ellos están deliciosos en sus papeles y sostienen con fuerza la tensión de los relatos.
El libro es uno de los puntos fuertes característicos en la obra de Szifrón. El director que también es autor de sus propios guiones, es preciso e incisivo en el uso del lenguaje, consigue un tono universal que trasciende el encuadre geográfico bien determinado de sus historias y así es como Relatos Salvajes está perfectamente concebida para enfrentar públicos absolutamente dispares. Szifrón descifra esas cuestiones básicas que son inherentes al ser humano, más allá de su lugar de orígen o residencia actual, porque conjuga con un aspecto ciertamente visceral, un sentimiento que se puede compartir extensamente, los impulsos son la base de su historia.
Obsesiva, violenta y atrozmente alejada de aquello que solemos considerar como un estado de cordura, la actitud que iguala a los protagonistas del film es la decisión de cruzar una invisible línea roja que normalmente respetaríamos como nuestro límite sagrado. La propia esencia de nuestra civilización se pone en entredicho con estas reacciones, aunque desde nuestra posición de espectadores privilegiados no podamos aguantar las carcajadas ante tamaño despropósito. El humor es la clave, el elemento que consigue que podamos digerir lo que vemos, que no nos espante y que además disfrutemos sin complejos. Las risas licúan situaciones verdaderamente incómodas, pero también cotidianas, transmisoras de una seductora cercanía que se convierte en el arma oculta con la que triunfa Relatos Salvajes.
Señalada de manera reiterativa como una prima lejana de Un día de furia (de Joel Schumacher), aunque bastante superior en su realización, la película de Szifrón ofrece la mejor cara del cine comercial argentino. La producción es pródiga en efectos especiales y localizaciones exuberantes, al nivel del cine de Hollywood. Su temática encaja perfectamente en el clima enrarecido que se respira en la Europa de la austeridad y no resulta extraño que durante diez minutos seguidos fuera aplaudida tras su presentación en el festival de Cannes.
Luego de ser seleccionada por la Academia Argentina para concursar en los Premios Oscar y los Goya, Relatos Salvajes ha sido presentada a la prensa en el Festival de Sitges con la presencia del mismo director. Damián explica que tomarse un buen tiempo para escribir este guión ha sido fundamental en el resultado final: “De alguna manera, el bienestar te permite tener una mirada crítica mucho más aguda respecto de cómo funcionan la sociedad, las personas, los vínculos. Lo puedes ver sin ser parte, sin esa furia o esa cosa contenida que a veces no te deja analizar el tema porque lo estás viviendo y experimentando. La película creo que es fruto de poder observar en profundidad una sociedad respecto de la que tengo una mirada muy crítica. Y no me refiero sólo a la Argentina, sino al mundo, al capitalismo universal.”
Precedido por un inusual éxito de taquilla en Argentina, donde está a punto de alcanzar los 3 millones de espectadores tras 7 semanas de exposición en las salas, Relatos Salvajes es el nuevo film de Damián Szifrón que será estrenado el próximo 17 de octubre en España.
Director con antecedentes notorios en el ámbito de la televisión de su país, ha dirigido la popular serie Los Simuladores, y también dos interesantes largometrajes: El fondo del mar (2003) y Tiempo de valientes (2005). Este último tuvo exhibición en el circuito local y se llevó un premio en el Festival de Málaga 2005. No obstante estos buenos antecedentes artísticos, el autor argentino aún es practicamente un desconocido para el gran público europeo. Anonimato que ha comenzado a perder tras su buen paso por el certamen de Cannes en mayo pasado.
Más allá de la excepcional calidad de Relatos Salvajes, que en la crítica es necesario retratar sin desvelar en exceso aquellos detalles sutiles que harían añicos las sorpresas que garantizan el fuerte impacto de esta historia en la audiencia, resulta notable la calidad del elenco actoral reunido para esta producción en la que también ha participado El Deseo de Pedro Almodovar.
Comenzaremos por nombrar a los más conocidos para el público local. El preferido de la mayoría es seguramente Ricardo Darín, el actor de 9 Reinas y El secreto de sus ojos protagoniza uno de los seis relatos cortos que integran el film. Darín es el ciudadano que sufre las desgracias del sistema burocrático. Darío Grandinetti (El lado oscuro del corazón, Hable con ella) es el crítico de música clásica atrapado en una peculiar situación a bordo de un avión. Leonardo Sbaraglia (Cenizas del paraíso, Red lights) es el conductor poco afortunado en el medio de una carretera perdida. Oscar Martinez (La tregua, El nido vacío) es el padre de una familia acomodada que se ve envuelto en una situación límite a través de su hijo. Erica Rivas (Por tu culpa) es la novia que sospecha de la fidelidad de su prometido en plena fiesta de casamiento.Todos ellos están deliciosos en sus papeles y sostienen con fuerza la tensión de los relatos.
El libro es uno de los puntos fuertes característicos en la obra de Szifrón. El director que también es autor de sus propios guiones, es preciso e incisivo en el uso del lenguaje, consigue un tono universal que trasciende el encuadre geográfico bien determinado de sus historias y así es como Relatos Salvajes está perfectamente concebida para enfrentar públicos absolutamente dispares. Szifrón descifra esas cuestiones básicas que son inherentes al ser humano, más allá de su lugar de orígen o residencia actual, porque conjuga con un aspecto ciertamente visceral, un sentimiento que se puede compartir extensamente, los impulsos son la base de su historia.
Ricardo Darín es el "Ingeniero Bombita" en Relatos Salvajes |
Señalada de manera reiterativa como una prima lejana de Un día de furia (de Joel Schumacher), aunque bastante superior en su realización, la película de Szifrón ofrece la mejor cara del cine comercial argentino. La producción es pródiga en efectos especiales y localizaciones exuberantes, al nivel del cine de Hollywood. Su temática encaja perfectamente en el clima enrarecido que se respira en la Europa de la austeridad y no resulta extraño que durante diez minutos seguidos fuera aplaudida tras su presentación en el festival de Cannes.
Sbaraglia, Martinez, Rivas y Darín en Cannes |
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