Escribe Sandra Partenio.
Comenzamos una nueva etapa donde los cambios de disposiciones permanentes están superando cualquier orden en Argentina.
Hoy estamos viviendo aceleradamente reformas tras reformas, que no nos permite saber qué derechos, en definitiva, le asisten a los futuros pensionados.
El caos y la poca información instalada trae perjuicios a quienes trabajaron toda su vida esperando retirarse con beneficios acordes a lo que le prometía el sistema al momento de obligarlos a cotizar. Políticas de mala previsión, al contrario de lo que la palabra implica, fueron instalándose por fuerza desesperada.
Las devaluaciones de la moneda, las quitas y las reducciones están a la mano del más experto economista del día. En Argentina reinan vientos de inmediatas reformas jubilatorias.
La reparación histórica a los jubilados y pensionados que venciera el pasado el 31 de agosto fue un atajo al desborde de reclamos judiciales que a su vez trajo de la mano un cambio de índice para las futuras actualizaciónes.
Aquellos que no se resignaron a licuar su deuda y efectuaron un reclamo judicial, ahora esperan y apuestan al principio de justicia de los jueces del fuero de la seguridad social. Algunos de ellos ya están percibiendo la totalidad del monto reclamado por la vía del embargo a las cuentas del Anses.
Las amas de casa que van llegando a la edad requerida de entre 60 y 63 años, están ansiosas por conseguir al menos una jubilación contributiva mínima antes que cierre el plazo del próximo 31 de julio de 2019.
Los mayores de 65 años sin aportes solo pueden aspirar a un beneficio menor no remunerativo, ni heredable al cónyuge, denominado PUAN. Los beneficiados por mejores jubilaciones están obligados a seguir pagando impuestos .
En definitiva vamos encaminados a un sistema perverso que más allá de generar un proyecto de vejez tranquila y bien programada, nos condena a un abismo tan desalentador, como salvaje.
Debemos exigir que el estado encause sus políticas tutoras de la seguridad social, entendidas ahora como el fin de quienes aportan su juventud, trabajo y recursos únicamente para sostener el sistema como contraprestación.
Sandra Partenio
Abogada argentina
Especialista en Seguridad Social
y Convenio Bilateral
Comentarios
Publicar un comentario