El éxito deportivo del mundial de fútbol y el verano se convirtieron en el escenario ideal para que el gobierno de Zapatero ceda a la presión de los tenedores de la deuda estatal. Una masa de dinero que ha crecido de manera desorbitada durante la segunda presidencia del manchego y que ha encendido todas las alarmas de los mercados tan proclives a la especulación.
Nadie nos prestará dinero por caridad, sean franceses o chinos (los mayores compradores de deuda española), y ante el más mínimo indicio de riesgo de cobro, no se han cortado en presionar al gobierno español hasta las últimas consecuencias. El ajuste es similar al griego y ya está entre nosotros. Recorte a las ayudas sociales, aislamiento de las comunidades autónomas, olvido de ciertas leyes importantes (la de la Dependencia o la de la Economía Sostenible), salarios a la baja, etc, etc.
El conflicto social está servido en bandeja. Ministros tan poco ágiles como Celestino Corbacho o Miguel Sebastian, destacan en un gobierno que no ha podido sacar adelante un pacto de Estado que urge por la gravedad de la situación general.
Antes del verano, ya se escenificó el divorcio entre ZP y los sindicatos. Una dulce convivencia de largos seis años que acabó cuando el gobierno pateó la mesa de negociación entre sindicatos y empresarios. Célebres han sido los llamados internacionales recibidos por el presidente antes de tomar esta decisión. Sin embargo, nadie puede asegurarnos que esta política de ajuste consiga corregir el mal rumbo en el corto plazo.
Las cifras del paro, lejos de aquietarse, siguen abultadísimas. Y el partido opositor juega a esperar que le entreguen el poder más pronto que tarde. Ni una sola propuesta interesante se oye de los populares, saben que no tendrán que convencer a demasiados para ganar las próximas elecciones. Será por simple decantación, el sistema bipartidista es así. Cuando las cosas marchan demasiado mal para unos, para los otros no puede dejar de funcionar.
Para el próximo 29 de setiembre, los dos sindicatos mayoritarios españoles, CCOO y UGT han convocado una huelga general. La séptima desde que murió el dictador y este país goza del sistema democrático. Por el clima que se respira en la calle, es muy factible que tengan éxito. Demasiada gente tropezará este mes con la escasez de puestos de trabajo, el descontento con esta administración está extendido. A este ritmo, Zapatero necesitará otro mundial de futbol urgente, o tentar a Iniesta y Xavi para formar un nuevo gabinete de crisis...
Una entrevista de Marcelo Espiñeira.
El vocero de CCOO, Fernando Lezcano, nos atendió para analizar la convocatoria de la huelga general y el estado de las relaciones con el gobierno español.
Cuál ha sido el detonante para convocar a una huelga general para el próximo 29 de setiembre y por qué han elegido esa fecha?
FERNANDO LEZCANO: La convocatoria de esta huelga es, en esencia, una respuesta a una reforma laboral impuesta por el gobierno. Y por su carácter fuertemente regresivo. Aunque no es menos cierto que nuestra confrontación con el gobierno va más allá de este proyecto, porque ya hemos tenido un encontronazo cuando comenzó a dar un giro radical en su política económica y social. Me refiero al anuncio del primer plan de ajuste, al proyecto de extensión de la jubilación de los 65 a los 67 años, el congelamiento de las pensiones, el recorte de los salarios de los funcionarios públicos, el recorte millonario en inversión de obra pública, todas estas medidas que formaron parte de este giro radical y que tuvo la gota que colmó el vaso en el proyecto de reforma laboral. Digamos que estos son los motivos para convocar esta huelga. Y en cuanto a la fecha, el 29 de setiembre nos venía bien por dos motivos. Primero porque una huelga general no se puede convocar con poca anticipación para que salga bien, en junio no podíamos hacerlo. Y por otra parte, el 29 coincidirá con una convocatoria a nivel europeo que ha realizado la Confederación Sindical Europea. Nos parece que será un buen marco para manifestarse, ya que en todos los países se realizarán actos de rechazo a estas políticas de ajuste. Y nos pareció que la contribución española a esta protesta podía funcionar bien en esta fecha.
Supongo que tendrán alguna opinión de por qué Zapatero rompió la mesa de negociación. Algo tendrá que ver con los famosos llamados telefónicos recibidos en junio pasado…
Bueno, eso lo tienen que explicar ellos. ¿Por qué están dispuestos a inmolarse políticamente? Porque esto los va a llevar a una pérdida clamorosa de las próximas elecciones… Pero, en todo caso, nosotros solo podemos especular. Y creemos que el gobierno no ha tenido la entereza para hacer frente a las presiones recibidas desde el entorno europeo y desde los mercados. Y lejos de intentar imponer alguna política en Europa, recordemos que aquellos días coincidían con la presidencia europea de Zapatero, se han plegado a sus dictados. Aplicando una lógica que va en contra del bienestar de la C.E.E., ya que tendría que ser la política la que se imponga a los mercados y no al revés, como está sucediendo.
Era necesaria una reforma laboral en este momento o ha sido otra concesión más a estos poderes externos?
Nosotros creemos que valía la pena gestionar la posibilidad de efectuar una reforma laboral en nuestro país, que apuntase a los más jóvenes, que son los que están sufriendo de pleno el problema del paro. Que pusiera los ojos en flexibilizar la jornada laboral, buscando que se recurra menos a los despidos, que es la fórmula que utilizan las empresas actualmente para solucionar sus problemas financieros. Y también nos interesaba encontrar la manera de reducir la temporalidad en el mercado laboral, que desde nuestra visión está totalmente injustificada. El problema es que la buena disposición del movimiento sindical para encontrar la solución a estos problemas, ha sido interpretada por algunos como la posibilidad de dar una vuelta de tuerca a la lógica del ajuste de las plantillas. Y ese es el gran desastre. Aunque todos los expertos han dicho que esta crisis no tiene nada que ver con el mercado laboral, muchos han visto la oportunidad para "flexibilizar" el mercado laboral, reduciendo derechos y otorgando más poder a los empresarios.
Unos de los cambios que introduce la reforma es la limitación de los convenios colectivos, verdad?
Sí, fundamentalmente se flexibilizará mucho más la obligación de las empresas para la aplicación de los contenidos de los convenios colectivos. Actualmente existían una serie de atenuantes para las empresas, que respondían a las realidades económicas de cada una. Pero ahora nos encontraremos ante una especie de barra libre, porque se verán afectados no sólo los temas salariales, sino también los de la distribución de la jornada, etc.
Ante este verdadero atolladero que enfrenta España, cuáles son vuestras propuestas políticas?
Nuestras propuestas las hemos orientado en tres direcciones. La primera apunta a la protección de las personas que están en el paro. Que son las primeras que están sintiendo el efecto de esta crisis en carne propia. Ellos nos despiertan especial atención y de ahí corresponden estos 420 euros para aquellos a los que se les han acabado todas las prestaciones. La segunda es la de introducir recursos para favorecer la reactivación económica. En este sentido resulta fundamental el papel del Estado, supliendo la falta de iniciativa privada. Esto incluye el aspecto de garantizar el flujo de crédito desde las instituciones financieras hacia las empresas. Si no fluye el crédito, no tenemos consumo y no hay proyectos empresariales, y este panorama termina afectando a la mayoría de los hogares. Y por último, consideramos esencial plantear estrategias de futuro que tiendan a cambiar el patrón de crecimiento de la economía española. En este sentido, creemos que habría que implantar una nueva política industrial que sea capaz de absorber el deterioro de los sectores inmobiliarios y de servicios de los últimos años. Fomentando la innovación, la investigación y la educación.
Y con tan buenas intenciones, no han podido encontrar acuerdos con las otras partes?
Sólo parcialmente, porque el gobierno planteó la Ley de la economía sostenible, que supuestamente iba en aquella dirección, pero que ha sido aparcada últimamente. En cuanto a la reforma del sistema financiero que consideramos que debe garantizar el crédito, lo único que se ha hecho es la fusión de las Cajas, que introduce a estas entidades en una fase de privatización. En cuanto a la política fiscal, creemos que se debería ser más agresivo. Porque si baja la captación de recursos, se deberán recortar gastos. Y han optado simplemente por el recorte.
Imagino que en el tema fiscal es donde han chocado de frente con los empresarios.
Sí, pero también con el gobierno.
Cuántos parados se quedarán sin prestaciones para este fin de año?
No estoy en condiciones de responderlo, ahora mismo. Pero sí te diré que ya tenemos 1,3 millones de hogares donde todos sus miembros están en el paro. Y también aumentará mucho el número de personas que solo dependan de los 420€ y eso complicará mucho las cosas para la gente.
Qué escenario imaginas con un hipotético gobierno de Rajoy en un marco de crisis?
Para serte sincero aún no nos hemos puesto a pensar en aquella hipótesis, nuestra misión fundamental ahora es ver cómo podemos hacer frente a la actitud del gobierno, planteando el éxito de la huelga general, no? Pero, sí es cierto que esa opción de un gobierno de Rajoy, cada día cobra más peso y nosotros no somos nada partidarios de que la derecha asuma el poder y profundice las políticas que ya ha instalado el actual gobierno. Lo que sucede es que a nosotros no nos sirve de nada un gobierno del PSOE si aplica las mismas políticas que aplicaría un gobierno de derechas. No es la etiqueta que tengas, sino las políticas que apliques. Y las últimas medidas son idénticas a lo que haría un gobierno de derechas. Incluso, los gobiernos de derecha han sido más escrupulosos por miedo a la contestación social.
Un apoyo masivo de la huelga los dejaría en mejor posición para seguir negociando?
Eso es lo que esperamos. Creemos que un seguimiento masivo de la huelga podría obligar al gobierno a rectificar su política. Este es nuestro objetivo. No nos hemos planteado esta convocatoria de huelga como una simple pataleta, queremos forzar profundamente la política del gobierno. No solo esperamos mejores condiciones para negociar, sino mejores condiciones para imponer un cambio radical en la política social.
CCOO y UGT han convocado a una huelga genaral para el 29 de setiembre.
Nadie nos prestará dinero por caridad, sean franceses o chinos (los mayores compradores de deuda española), y ante el más mínimo indicio de riesgo de cobro, no se han cortado en presionar al gobierno español hasta las últimas consecuencias. El ajuste es similar al griego y ya está entre nosotros. Recorte a las ayudas sociales, aislamiento de las comunidades autónomas, olvido de ciertas leyes importantes (la de la Dependencia o la de la Economía Sostenible), salarios a la baja, etc, etc.
El conflicto social está servido en bandeja. Ministros tan poco ágiles como Celestino Corbacho o Miguel Sebastian, destacan en un gobierno que no ha podido sacar adelante un pacto de Estado que urge por la gravedad de la situación general.
Antes del verano, ya se escenificó el divorcio entre ZP y los sindicatos. Una dulce convivencia de largos seis años que acabó cuando el gobierno pateó la mesa de negociación entre sindicatos y empresarios. Célebres han sido los llamados internacionales recibidos por el presidente antes de tomar esta decisión. Sin embargo, nadie puede asegurarnos que esta política de ajuste consiga corregir el mal rumbo en el corto plazo.
Las cifras del paro, lejos de aquietarse, siguen abultadísimas. Y el partido opositor juega a esperar que le entreguen el poder más pronto que tarde. Ni una sola propuesta interesante se oye de los populares, saben que no tendrán que convencer a demasiados para ganar las próximas elecciones. Será por simple decantación, el sistema bipartidista es así. Cuando las cosas marchan demasiado mal para unos, para los otros no puede dejar de funcionar.
Para el próximo 29 de setiembre, los dos sindicatos mayoritarios españoles, CCOO y UGT han convocado una huelga general. La séptima desde que murió el dictador y este país goza del sistema democrático. Por el clima que se respira en la calle, es muy factible que tengan éxito. Demasiada gente tropezará este mes con la escasez de puestos de trabajo, el descontento con esta administración está extendido. A este ritmo, Zapatero necesitará otro mundial de futbol urgente, o tentar a Iniesta y Xavi para formar un nuevo gabinete de crisis...
Una entrevista de Marcelo Espiñeira.
El vocero de CCOO, Fernando Lezcano, nos atendió para analizar la convocatoria de la huelga general y el estado de las relaciones con el gobierno español.
Cuál ha sido el detonante para convocar a una huelga general para el próximo 29 de setiembre y por qué han elegido esa fecha?
FERNANDO LEZCANO: La convocatoria de esta huelga es, en esencia, una respuesta a una reforma laboral impuesta por el gobierno. Y por su carácter fuertemente regresivo. Aunque no es menos cierto que nuestra confrontación con el gobierno va más allá de este proyecto, porque ya hemos tenido un encontronazo cuando comenzó a dar un giro radical en su política económica y social. Me refiero al anuncio del primer plan de ajuste, al proyecto de extensión de la jubilación de los 65 a los 67 años, el congelamiento de las pensiones, el recorte de los salarios de los funcionarios públicos, el recorte millonario en inversión de obra pública, todas estas medidas que formaron parte de este giro radical y que tuvo la gota que colmó el vaso en el proyecto de reforma laboral. Digamos que estos son los motivos para convocar esta huelga. Y en cuanto a la fecha, el 29 de setiembre nos venía bien por dos motivos. Primero porque una huelga general no se puede convocar con poca anticipación para que salga bien, en junio no podíamos hacerlo. Y por otra parte, el 29 coincidirá con una convocatoria a nivel europeo que ha realizado la Confederación Sindical Europea. Nos parece que será un buen marco para manifestarse, ya que en todos los países se realizarán actos de rechazo a estas políticas de ajuste. Y nos pareció que la contribución española a esta protesta podía funcionar bien en esta fecha.
Supongo que tendrán alguna opinión de por qué Zapatero rompió la mesa de negociación. Algo tendrá que ver con los famosos llamados telefónicos recibidos en junio pasado…
Bueno, eso lo tienen que explicar ellos. ¿Por qué están dispuestos a inmolarse políticamente? Porque esto los va a llevar a una pérdida clamorosa de las próximas elecciones… Pero, en todo caso, nosotros solo podemos especular. Y creemos que el gobierno no ha tenido la entereza para hacer frente a las presiones recibidas desde el entorno europeo y desde los mercados. Y lejos de intentar imponer alguna política en Europa, recordemos que aquellos días coincidían con la presidencia europea de Zapatero, se han plegado a sus dictados. Aplicando una lógica que va en contra del bienestar de la C.E.E., ya que tendría que ser la política la que se imponga a los mercados y no al revés, como está sucediendo.
Era necesaria una reforma laboral en este momento o ha sido otra concesión más a estos poderes externos?
Nosotros creemos que valía la pena gestionar la posibilidad de efectuar una reforma laboral en nuestro país, que apuntase a los más jóvenes, que son los que están sufriendo de pleno el problema del paro. Que pusiera los ojos en flexibilizar la jornada laboral, buscando que se recurra menos a los despidos, que es la fórmula que utilizan las empresas actualmente para solucionar sus problemas financieros. Y también nos interesaba encontrar la manera de reducir la temporalidad en el mercado laboral, que desde nuestra visión está totalmente injustificada. El problema es que la buena disposición del movimiento sindical para encontrar la solución a estos problemas, ha sido interpretada por algunos como la posibilidad de dar una vuelta de tuerca a la lógica del ajuste de las plantillas. Y ese es el gran desastre. Aunque todos los expertos han dicho que esta crisis no tiene nada que ver con el mercado laboral, muchos han visto la oportunidad para "flexibilizar" el mercado laboral, reduciendo derechos y otorgando más poder a los empresarios.
Unos de los cambios que introduce la reforma es la limitación de los convenios colectivos, verdad?
Sí, fundamentalmente se flexibilizará mucho más la obligación de las empresas para la aplicación de los contenidos de los convenios colectivos. Actualmente existían una serie de atenuantes para las empresas, que respondían a las realidades económicas de cada una. Pero ahora nos encontraremos ante una especie de barra libre, porque se verán afectados no sólo los temas salariales, sino también los de la distribución de la jornada, etc.
Ante este verdadero atolladero que enfrenta España, cuáles son vuestras propuestas políticas?
Nuestras propuestas las hemos orientado en tres direcciones. La primera apunta a la protección de las personas que están en el paro. Que son las primeras que están sintiendo el efecto de esta crisis en carne propia. Ellos nos despiertan especial atención y de ahí corresponden estos 420 euros para aquellos a los que se les han acabado todas las prestaciones. La segunda es la de introducir recursos para favorecer la reactivación económica. En este sentido resulta fundamental el papel del Estado, supliendo la falta de iniciativa privada. Esto incluye el aspecto de garantizar el flujo de crédito desde las instituciones financieras hacia las empresas. Si no fluye el crédito, no tenemos consumo y no hay proyectos empresariales, y este panorama termina afectando a la mayoría de los hogares. Y por último, consideramos esencial plantear estrategias de futuro que tiendan a cambiar el patrón de crecimiento de la economía española. En este sentido, creemos que habría que implantar una nueva política industrial que sea capaz de absorber el deterioro de los sectores inmobiliarios y de servicios de los últimos años. Fomentando la innovación, la investigación y la educación.
Y con tan buenas intenciones, no han podido encontrar acuerdos con las otras partes?
Sólo parcialmente, porque el gobierno planteó la Ley de la economía sostenible, que supuestamente iba en aquella dirección, pero que ha sido aparcada últimamente. En cuanto a la reforma del sistema financiero que consideramos que debe garantizar el crédito, lo único que se ha hecho es la fusión de las Cajas, que introduce a estas entidades en una fase de privatización. En cuanto a la política fiscal, creemos que se debería ser más agresivo. Porque si baja la captación de recursos, se deberán recortar gastos. Y han optado simplemente por el recorte.
Imagino que en el tema fiscal es donde han chocado de frente con los empresarios.
Sí, pero también con el gobierno.
Cuántos parados se quedarán sin prestaciones para este fin de año?
No estoy en condiciones de responderlo, ahora mismo. Pero sí te diré que ya tenemos 1,3 millones de hogares donde todos sus miembros están en el paro. Y también aumentará mucho el número de personas que solo dependan de los 420€ y eso complicará mucho las cosas para la gente.
Qué escenario imaginas con un hipotético gobierno de Rajoy en un marco de crisis?
Para serte sincero aún no nos hemos puesto a pensar en aquella hipótesis, nuestra misión fundamental ahora es ver cómo podemos hacer frente a la actitud del gobierno, planteando el éxito de la huelga general, no? Pero, sí es cierto que esa opción de un gobierno de Rajoy, cada día cobra más peso y nosotros no somos nada partidarios de que la derecha asuma el poder y profundice las políticas que ya ha instalado el actual gobierno. Lo que sucede es que a nosotros no nos sirve de nada un gobierno del PSOE si aplica las mismas políticas que aplicaría un gobierno de derechas. No es la etiqueta que tengas, sino las políticas que apliques. Y las últimas medidas son idénticas a lo que haría un gobierno de derechas. Incluso, los gobiernos de derecha han sido más escrupulosos por miedo a la contestación social.
Un apoyo masivo de la huelga los dejaría en mejor posición para seguir negociando?
Eso es lo que esperamos. Creemos que un seguimiento masivo de la huelga podría obligar al gobierno a rectificar su política. Este es nuestro objetivo. No nos hemos planteado esta convocatoria de huelga como una simple pataleta, queremos forzar profundamente la política del gobierno. No solo esperamos mejores condiciones para negociar, sino mejores condiciones para imponer un cambio radical en la política social.
CCOO y UGT han convocado a una huelga genaral para el 29 de setiembre.
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