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MARIA RODÉS, todo va a salir muy bien.

María Rodés.

En un pequeño disco que apenas alcanza los treinta minutos de duración, Maria Rodés  (1986, Cabrera de Mar) ha conseguido reunir diez cancioncillas suaves, frágiles y etéreas. Una delicia que deberíamos considerar entre las más agradables sorpresas del año. 


“Una forma de hablar” es una luminosa ventana que  invita a introducirnos en un bello espacio, donde confluye lo onírico con lo reflexivo. En un ejercicio de valentía personal destacable, esta jovencísima cantautora del Maresme comparte sus sentimientos en formato de preciosas canciones.


Esta niña-mujer se ve como una alumna aún, ejercitando el delicado arte de ser un músico honesto y comprometido con la voluntad de crear, sólo por placer, sin presiones de ningun tipo.


Oyendo su obra, no nos cabe duda que sus primeros pasos son promisorios y que es muy posible que todo le vaya a salir muy bien.



Una entrevista de Marcelo Espiñeira.



Háblame de tus primeros pasos en esto de la música.
MARÍA RODÉS: Estudié un par de añitos en el Taller de Musics de Barcelona, cuando tenía 19. De pequeñita siempre canté, tomé algunas clases de canto, y mi primer contacto con el público fue participando de algunas jam sessions, cantando "jazz". Luego tuve una pareja que vivía en Paris, que tocaba el piano y hacía sus propias canciones. Hasta ese momento yo sólo me había dedicado a interpretar, pero aquello me abrió un poco los ojos. Alguien cercano a mí, con lo poco que sabía y que estaba haciendo canciones bonitas. Entonces me decidí a hacerlo yo también. Empecé con mi guitarra a sacar canciones y así comenzó todo hace tres años atrás.




Digamos que paris ha tenido la culpa.
Sí, fue bonito. Fue una época de desconexión, estuvo bien.

Aquellas primeras canciones eran en inglés, verdad?
Al principio, sí. Me daba igual la letra, sacaba una melodía y cantaba en lo que fuera, me grababa en el ordenador. Poco a poco, fui cogiendo cada elemento y dándole más forma. Lo del inglés fue también porque en Paris hablaba en esta lengua todo el día con aquel chico y con mis amigos. No fue tan raro tampoco que compusiera aquello, el inglés era el idioma que estaba usando en ese momento. Y luego hice el paso al castellano. 




Y cómo fue que terminaste formando el grupo Oniric con Andy Poole?
Sin saber bien cómo, mis maquetas llegaron hasta Andy. Y él es un chico muy emprendedor, siempre está armando proyectos nuevos y tal. Le gustaron mis canciones, y me propuso grabarlas con un poco más de forma. Y a mi regreso a Barcelona, quedamos para unos conciertos. El tocaba la guitarra y yo cantaba. 

Era la primera vez que presentabas tus canciones?
Sí, fue en plan dúo y le guardo cariño a aquella época. Fue en pequeñas salas de Barcelona. Luego colgamos la maqueta en Myspace, y a través de este medio conocí a la gente de New Raemon, que me ofrecieron grabar en su estudio. Lo cual me impactó bastante, porque acababa recientemente de presentar mis cancioncitas en público y ya me estaban ofreciendo hacer un disco.  Así fue que acepté y sacamos el "Sin técnica" con Andy. 



Y ahora estás en plan solista…
Sí, fue una necesidad natural que tuve. Quise independizarme y tocar mis temas sola. Además tenía ganas de probar el directo con otros músicos, incorporando batería y bajo, mientras que Andy quería conservar el formato acústico de dúo. Y poco a poco, se fue como disolviendo nuestra unión. 

Te has hecho más eléctrica ahora?
Tampoco tan eléctrica, pero sí que puedo ir sola o con banda.  

Me parecen muy buenas las letras de tus canciones. eres muy hábil jugando con los textos.
Sí, juego, pero también hay mucha sinceridad. Cada canción es un mundo. Algunas salen de forma muy natural, coges la guitarra, te pones a componer y sale todo solo. Y hay otras donde he tenido que dar más vueltas. No tengo un mecanismo concreto, cada vez es distinto, pero nunca escribo una letra antes de componer una música. El texto se moldea a la canción. Luego te diría que las veo como un diario íntimo, claramente hablan de mí. 



Siempre tiendes a creer que "las cosas saldrán muy mal"?
(Risas)... Soy un poco pesimista, al final es miedo. Las cosas que me dan ilusión hacer, me dan miedo. Pero cuando las estoy haciendo me aflora una valentía de no se dónde… Por eso el título del disco: "Una forma de hablar". Porque soy tímida, temerosa e indecisa, pero finalmente es una manera de hablar que tengo. Después de todo, las cosas las termino haciendo; y eso implica cierto optimismo y mucha confianza en lo que estoy haciendo, sino no lo haría. 

Quizás eres muy inconformista, en todo caso.
Soy muy exigente, y entonces siempre me estoy haciendo la puñeta a mí misma. Pero estoy ahí, estoy trabajando.   

Qué es lo más complicado en esto de componer canciones?
Supongo que no caer en los mismos esquemas. Al principio todo es muy nuevo y muy fresco, es la primera vez que haces las cosas y todo lo que llevas acumulado de toda tu vida, de repente sale… Y luego de hacer dos discos, como es mi caso, si no recibes inputs de lo que sea, puede ser música como pintura o algo que te abra nuevas puertas, resulta difícil no recaer en lo mismo. Hay que sorprenderse a uno mismo, renovarse. 




Igual eres muy joven y todavía estarás buscando tu camino.
Sí, todavía estoy aprendiendo totalmente. Esto es a largo plazo, igual creo que siempre será así. Tener la sensación de que estás haciendo ejercicios para hacer algo mejor. No sé si perderé alguna vez esta sensación. Quizás llegue a los cuarenta haciendo discos y sienta que sigo aprendiendo. 

Siempre está el tema de la expectativa que se genera luego de darte a conocer con dos discos.
En mi caso es relativo porque no tengo tanto éxito. Pero imagino que será duro para aquellos que han tenido éxito. Seguramente será duro tener a mucha gente pendiente de que vuelvas a hacer otra cosa magnífica. Creo que si haces un disco realmente muy bueno, debe costar superarlo.  Me siento afortunada de ir poco a poco. Claro que me gustaría hacer un gran disco, pero de alguna forma puede ir en tu contra.

Qué es lo que más disfrutas como músico?
Creo que es ese momento en el que estoy haciendo mi propia maqueta. Cuando me produzco una canción a mi manera. Es el momento donde estoy más a gusto. Evidentemente, cuando compongo una canción y ésta sale de no se donde, también es guay. Hacer los coros para una canción, también es algo que me gusta mucho. Buscar armonías, pequeñas pinceladas para una canción. Eso me divierte bastante.

Por qué Ricky Falkner en la producción? 
Lo de Ricky fue porque escuché el disco "Viva la guerra" de Standstill y me gustó muchísimo. A través de ese disco, lo conocí, nos hicimos amigos y se mostró interesado por mi música. Le pasé alguna maqueta, me dio algunos consejos, y se fue creando como una relación de "maestro a alumno". El lleva tiempo trabajando en el mundo de la música, produciendo a mucha gente, y me daba su opinión de lo que estaba haciendo. Y que le gustaran mis canciones, me creaba cierta ilusión. Entonces se dio solo, él tenía que ser la persona que produjera el disco. Fue algo natural. 

Creo que con pequeñas ideas haces que lo tuyo funcione bien.
Soy muy intuitiva, siempre lo he sido. No pienso mucho…(risas) Si pienso, la cago. Una canción habla un poco de este tema. Es la segunda canción del disco, se llama "A lo mejor", y dice: "A lo mejor, será mejor enloquecer. Cualquier razón o reflexión podría hacer entorpecer algo mejor". En esto de la música, creo que si piensas demasiado acabas atrapado y no consigues sacar nada en claro. Las canciones que más me gustan son aquellas que me han salido de una forma más relajada y espontánea. Quizás en otro momento sea de otra forma, pero ahora me gusta que sea así.




UNA FORMA DE HABLAR


Luego de disolver Oniric, Maria Rodés ha abierto un camino personal con este magnífico disco. “Una forma de hablar” sabe a comienzo, tiene frescura, sus canciones son nobles y relucen sin  maquillajes. Generalmente sobre construcciones de suaves guitarras, la cristalina voz de Maria nos descubre un mundo tan íntimo como inteligente.
De inmediato queda claro que su música se adaptaría perfectamente a un formato acústico tanto como a un trío eléctrico de guitarra, bajo y batería. Alejada de cualquier pose, sus canciones pop responden a un impulso meramente emotivo, abriendo un apasionante abanico de sentimientos. El low tempo, la bossa y los arreglos de voces exquisitos marcan su estilo musical. La reflexión, el buen humor y un probado espíritu lúdico realzan su habilidosa pluma, acertando de pleno.











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